Papa Francisco, diez años «misericordeando»  

Hoy, 13 de marzo, se cumplen diez años del pontificado del papa Francisco. El autor cita algunos de los hitos que resumen la labor de Francisco desde entonces, destacando el término «misericordia» como la palabra que nos permite comprender en conjunto la figura del Papa: «La enseñanza de Francisco ha pretendido mostrar la fuerza renovadora que la misericordia es capaz de desencadenar».

Mañana, 13 de marzo, se cumplen diez años de la inauguración del pontificado del papa Francisco. Diez años de un pontificado del que todos recordamos momentos cargados de gran simbolismo, como la publicación del documento programático Evangelii gaudium —con su importante dosis de frescura para la misión de la iglesia—, las visitas a los países más desfavorecidos —«periferias» los llama él—, el diálogo interreligioso, las palabras dirigidas a sacerdotes y obispos, la reforma de la curia. No olvidemos tampoco, su preocupación por la familia (Amoris Laetitia) la ecología (Laudato si´), o la fraternidad entre los pueblos (Fratelli Tutti). La convocatoria de diversos sínodos temáticos, el interés por la conservación de la liturgia del Vaticano II o la inclusión de los laicos en las tareas de gobierno, han sido también hitos característicos de este periodo.

Ante un pontificado con episodios que se prestan a variada interpretación, tarde o temprano, es normal hacernos la pregunta sobre cuál es el hilo conductor que unifica el pensamiento de Francisco.

Posiblemente, «misericordia» sea la palabra que nos permite comprender mejor en su conjunto la figura del Papa actual. Categoría que, a su modo de entender, expresa toda la sobreabundancia del don de Dios ofrecido al ser humano. La misericordia no constituye un paréntesis, sino que refleja la esencia más auténtica de la Iglesia de pura raíz evangélica.

La enseñanza de Francisco ha pretendido mostrar la fuerza renovadora que la misericordia es capaz de desencadenar. En este sentido, nos encontramos frente a una concepción de la Iglesia entendida, como tan bellamente ha calificado: un «hospital de campaña».

En esta misma línea, otro elemento fundamental en el magisterio de Francisco será la orientación pastoral de toda la vida de la Iglesia. Frente a la realidad de una institución expendedora de servicios religiosos que satisfacen al consumidor en su pretensión de bienestar individual y le aseguran la salvación eterna. El horizonte del papa Francisco es alentar un modelo eclesial que vuelva a tener como centro la misión. Así lo expresa en Evangelii gaudium:

«Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para la autopreservación. La reforma de estructuras que exige la conversión pastoral sólo puede entenderse en este sentido: procurar que todas ellas se vuelvan más misioneras» (EG 27).
 

Por Ángel Moreno Mayoral