Dentro de la estrategia de dignificación de las ayudas que Cáritas diocesana de Ciudad Real está llevando a cabo, una de las acciones más significativas durante el pasado año 2022 fue el proceso de implantación de las tarjetas monedero para hacer llegar las ayudas a las familias de una manera más digna.
El proyecto se presentó en 2021, comenzando como experiencia piloto en Manzanares y Almagro. Hoy, son ya diez Cáritas de la diócesis las que utilizan las tarjetas y, tal y como informan desde Cáritas, «más de 120 familias las que las han podido utilizar a lo largo de 2022, pudiendo comprar con ellas aquellos productos más prioritarios en cada momento y pudiendo cubrir distintas necesidades básicas, no solamente las de alimentación».
Con esta estrategia, Cáritas trabaja para «promover la autonomía de las personas, respetando su capacidad de elección y participación; incentivando la economía local, de barrios y pueblos». De este modo, cada persona compra en las tiendas y comercios, según su necesidad, a la vez que se les permite fomentar sus relaciones de proximidad. Este tipo de trabajo consigue, explican, no «generar espacios o proyectos reservados y de uso exclusivo a población en situación de exclusión o vulnerabilidad, que en ocasiones hacen sentir vergüenza, señalan y estigmatizan a las personas que han de recurrir a ellos».
Se espera que a lo largo de 2023 otras ocho Cáritas de nuestra provincia empiecen utilizar las tarjetas monedero en el acompañamiento a los más necesitados
Los equipos de Cáritas que ya están trabajando en el proyecto de las tarjetas, reconocen que «esta nueva metodología es más inclusiva y ofrece mayores alternativas a la hora de acceder a las necesidades básicas». En el mismo sentido, valoran que es «un paso importante en los procesos de acompañamiento de las familias, ya que respeta su dignidad, favorece su participación, su responsabilidad, y les permite incorporarse a la normalidad de la vida», dicen.
Por otro lado, «la utilización de las tarjetas aporta información en cuanto al modo de organización y administración del dinero, costumbres y hábitos de consumo; si los alimentos que compran son saludables; prioridades en las necesidades, etc. Hay un mayor diálogo y permite conocer mejor a la persona y a su familia, lo que revierte en los acompañamientos y procesos educativos de inclusión social».
Para trabajar en este proyecto se cuenta con la ayuda de Globalcaja, que ofrece la solución técnica que más se adecua a las necesidades de Cáritas, con gratuidad por parte del banco en todo el proceso.
Se espera que a lo largo de 2023 otras ocho Cáritas de nuestra provincia empiecen utilizar las tarjetas monedero en el acompañamiento a los más necesitados.