El pasado 7 de octubre se celebró una jornada reivindicativa por el trabajo decente. Fue un acto celebrado por toda España y que, en el caso de nuestra diócesis, tuvo lugar en la Plaza de la Constitución de la capital y en la iglesia de Santa María del Prado (La Merced).
Los participantes en la reivindicación, de la Delegación de Pastoral Obrera de la diócesis, de Cáritas, HOAC, JOC y otros movimientos, se reunieron en la plaza para un acto público en el que se leyó el manifiesto de la jornada.
Sin compromiso no hay trabajo decente fue el lema de este año, encabezando un manifiesto en el que las organizaciones convocantes explican que la «la senda iniciada» en nuestro país para la recuperación centrada en las personas es positiva, pero «aún quedan demasiadas situaciones de vulnerabilidad de derechos vinculados al trabajo en nuestro país».
«Hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un trabajo decente»
«Hay millones de personas trabajadoras que siguen sin poder acceder a un trabajo decente. El alto paro estructural nos exige trabajar por la creación de empleo para garantizar el derecho al trabajo», denuncian, explicando que millones de personas viven condiciones de trabajo de carácter precario, especialmente las mujeres y los más jóvenes.
Como soluciones, desde «Iglesia por el trabajo decente» se apoya la propuesta del papa Francisco para «estudiar la reducción de la jornada laboral» como medida de creación de trabajo. Además, consideran que debe aflorar el trabajo que se realiza en el ámbito de los cuidados para que se creen puestos de trabajo con condiciones dignas. Se necesita, además, «articular redes de solidaridad más ágiles y accesibles que permitan asegurar, frente al descarte y la exclusión, un mínimo imprescindible para la vida digna» mientras no se garantice el derecho a un trabajo decente.
Por otro lado, las organizaciones convocantes tratan el tema de la inmigración en el manifiesto, apoyando la Iniciativa Legislativa Popular por la regularización y garantizando, de ese modo, el acceso al trabajo.
«El trabajo no es para la muerte, es para la vida»
Respecto a las muertes por la falta de seguridad y salud en el trabajo, se denuncia que dos trabajadores mueren cada día en España por esta causa. «El trabajo no es para la muerte, es para la vida»; es necesario, por tanto, que la agenda política incorpore este problema para buscar soluciones.
Después del acto en la Plaza de la Constitución, los participantes fueron a la iglesia de La Merced, donde el obispo de Ciudad Real, don Gerardo Melgar, presidió la eucaristía en la que se pidió por el trabajo decente y se rezó por todos los trabajadores fallecidos.
Iglesia por el trabajo decente lo componen Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC.