Al mediodía de este lunes 10 de octubre una procesión con la imagen de santo Tomás de Villanueva salía de la catedral de Ciudad Real acompañada del presbiterio y presidida por el obispo.
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Después de procesionar en torno al templo catedralicio, por los jardines del Prado, la imagen se ha colocado en el presbiterio de la catedral para la celebración de la solemnidad del patrón de la diócesis.
Don Gerardo se ha dirigido a la asamblea narrando tanto la biografía del santo —natural de Fuenllana, aunque creció en Villanueva de los Infantes—, como el ejemplo de vida que dio con su doctrina y acciones.
En un tiempo en el que los obispos en la Iglesia española apenas residían en sus diócesis, sin ocuparse de la Iglesia ni de los sacerdotes, santo Tomás sí residió en Valencia —un episcopado que acabó aceptando por obediencia— y se erigió en ejemplo de pastor, con una gran sensibilidad hacia los pobres que le creó fama de santidad ya en su tiempo.
Muriendo sin nada, su ejemplo ayudó a otros obispos como escuela de pastores, una preocupación, la de la formación del clero, que el santo infanteño tuvo durante todo su ministerio, creando uno de los primeros seminarios, que comenzaron a establecerse por todo el mundo gracias al Concilio de Trento celebrado en esos años. Desde entonces, al santo también se le conoce como un precursor de estas escuelas educativas para sacerdotes, mejorando la calidad y formación de los curas.
Un ejemplo para ayudar a los más pobres
El obispo ha insistido especialmente en el ejemplo del santo en cuanto a su ayuda a los más pobres. Ha comparado la situación de su tiempo con la actual, haciendo una llamada a continuar ayudando a los más débiles: «El pobre era cada vez más pobre. El mendigo era considerado un delincuente y comparado tantas veces con un auténtico malhechor. Esta situación de desequilibrio económico y de riqueza de unos pocos y de empobrecimiento de la mayoría, que llegó a preocupar y mucho, tanto a la sociedad civil como a la Iglesia, fue también una de las preocupaciones importantes de Santo Tomás de Villanueva […] Nuestro Santo responde a la situación con la práctica y la vivencia personal de la caridad con los pobres y menesterosos».
«En santo Tomás de Villanueva encontramos lo que fue siempre un hombre generoso, que en todo momento vivió con generosidad con los que estaban más necesitados», ha continuado don Gerardo, explicando que se le dio el título de «padre de los pobres» por su trabajo con los más necesitados. «A ellos no sólo les daba limosnas, sino que se entregaba a sí mismo, y conciencia a los demás de que los pobres debían ser unos privilegiados de atención».
«En santo Tomás de Villanueva encontramos lo que fue siempre un hombre generoso, que en todo momento vivió con generosidad con los que estaban más necesitados»
Pero esta preocupación y modo de vida sacerdotal de santo Tomás no debe ser algo del pasado, sino que «su vida y sus palabras son para nosotros una clara llamada a ser también nosotros generosos con quienes más lo necesitan. También entre nosotros existe en estas situaciones de necesidad y de pobreza, y a lo mejor tantas veces miramos para otro lado o nos conformamos con dar unas monedas, pero lo que hagamos con aquellos que nos rodean y que nos necesitan es con Cristo con quien lo hacemos».
Por otro lado, don Gerardo ha resaltado la forma de ser pastor que tuvo santo Tomás y su preocupación por el clero: «Desde los clérigos, los primeros, hasta el último pobre con el que se encontraba, a todos los llamaba de distinta manera y con distintos lenguajes y formas a ser auténticos seguidores de Cristo, a unos ayudándoles a reformar su vida y a otros mostrándoles el amor que Dios les tenía a través del amor y la entrega que Él hacía a los más necesitados». En este sentido, hoy debemos continuar viviendo con el estilo del santo manchego, «a todos y cada uno de nosotros, queridos hermanos, como cristianos y por lo tanto también como sacerdotes, el Señor nos llama a que en el momento presente seamos valientes testigos de Jesús en el mundo, que seamos verdaderos agentes de evangelización capaces de entregar nuestra vida al servicio de los demás», ha dicho.
Un ejemplo para los sacerdotes
Respecto a la preocupación de santo Tomás por la formación de los sacerdotes, don Gerardo ha alentado a toda la comunidad a trabajar por las vocaciones: «Este empeño cae dentro de nuestras grandes preocupaciones como diócesis del momento actual. Los sacerdotes sois y somos más necesarios, tal vez que nunca, porque los sacerdotes recuerdan el medio de la sociedad que se ha olvidado de Dios, que todos tenemos un Dios, un Dios que es un Padre bueno y misericordioso, capaz de compadecerse de nuestras faltas y debilidades, que nos quiere, y al que debemos dar importancia en nuestra vida».
«Este empeño cae dentro de nuestras grandes preocupaciones como diócesis del momento actual. Los sacerdotes sois y somos más necesarios, tal vez que nunca, porque los sacerdotes recuerdan el medio de la sociedad que se ha olvidado de Dios, que todos tenemos un Dios»
Ha concluido con una llamada a la oración para que el santo interceda por la diócesis: «Miremos, queridos hermanos, a Santo Tomás de Villanueva, y pidámosle al Señor que por su intercesión logremos vivir como Él vivió, ser buenos pastores como Él lo fue en su momento y con sus diocesanos, y buenos animadores de las vocaciones también al sacerdocio».
Después de la eucaristía, a la que han asistido un buen número de sacerdotes y fieles, la convivencia sacerdotal por el patrono de la diócesis ha continuado con la comida en el Seminario Diocesano.