Votos perpetuos de la madre Ana María del Carmen Yool Cuxil

 
El pasado sábado, 27 de agosto, la hermana mercedaria, de las Mercedarias Calzadas de Miguelturra, profesó solemnemente los votos en la orden. De esta forma, y después de todo el proceso formativo y canónico, pasó de ser hermana a madre. Con esta profesión solemne y perpetua la madre Ana María del Carmen Yool Cuxil, consagra toda su vida, en cuerpo y alma, a Dios y al servicio de la Iglesia.
 
Presidió la celebración el Padre Enrique Mora, de la orden de los mercedarios, que recibió la profesión solemne de la monja mercedaria del convento Ntra. Sra. de la Estrella, de Miguelturra. La madre Ana María del Carmen Yool Cuxil es de Guatemala. Después de la proclamación de la Palabra de Dios, se realizó el primer escrutinio, preguntándole a la candidata su disponisibilidad y su total entrega a la congregación y a la Iglesia. Después, en oración, tumbada en el suelo, y con el canto de las letanías, ante la imagen de la Virgen de la Estrella, se le pidió a Dios su auxilio y su bendición. La hermana Ana María del Carmen pronunció su particular profesión cantada.
El momento culmen de la celebración y de la profesión de votos perpetuos fue cuando la madre Ana María del Carmen Yool firmó en el libro de las profesiones del convento su propia consagración.

Fueron testigos el sacerdote que presidió la celebración, el P. Enrique Mora, la madre superiora del Convento Ntra. Sra. de la Estrella, madre Azucena de María Rivera, y el Delegado diocesano para la vida consagrada, el sacerdote Vicente Díaz-Pintado.
 
Asistieron en la celebración varios sacerdotes de Miguelturra y de su parroquia y también monjas de la misma congregación de Madrid y de Sevilla.
 
Felicidades y enhorabuena al convento de Miguelturra y a todas la diócesis. También felicidades a Madre Ana María del Carmen Yool Cuxil.
 
La ermita-convento de Nuestra Señora de la Estrella se fundó a finales del siglo XVII. El convento fue fundado por doña María Velarde y Treviño debido a la fama que tenía la virgen de milagrosa. La fundadora fue enterrada junto a su marido, Francisco Trevillo y Dávila, a los pies del altar mayor en 1785.

Se trata de un edificio de una nave, cubierta por bóveda de cañón con lunetos y cúpula sobre el crucero, sustentada por pechinas. La decoración interior es lúcida. El altar mayor, de estilo neobarroco, alberga en su centro el camarín de la Virgen de la Estrella.