Para el Día del Seminario escriben Gabriel, Miguel, Pedro Julián y Diego, cuatro seminaristas que celebran este día de San José el rito de admisión en el Seminario Diocesano. Aquí escribe Gabriel.
¡Muy buenas! Soy Gabriel, un joven de 23 años de El Torno; estoy estudiando 5.º de Teología en el Seminario Diocesano porque quiero crecer junto a Dios para un día ser sacerdote. Hoy me aventuro a compartir contigo mi vocación y, con ello, te animo a que descubras la tuya, a plantearte qué te está pidiendo Dios; descubrirás la felicidad.
Mi vocación es fruto de un proceso largo en el que Dios se ha servido de personas y experiencias para sembrarla y cultivarla. Una de las experiencias principales ha sido el Encuentro David, con el que conocí el seminario, a los seminaristas, las actividades que se realizaban y el ambiente que se respiraba. Todo esto y el testimonio del cura de mi pueblo me llamaba la atención, provocando en mí que quisiera entrar al seminario.
Mi vocación es fruto de un proceso largo en el que Dios se ha servido de personas y experiencias para sembrarla y cultivarla
Durante estos once años he ido descubriendo qué es lo que me pedía el Señor. No ha sido una tarea fácil, pero si lo he conseguido ha sido gracias a los formadores y sacerdotes que me han ido acompañando, a mi familia, a mi parroquia, los compañeros y profesores etc., pero sobre todo ha sido gracias al encuentro con el Señor en la oración, que me lleva a querer responderle con la propia vida.
Acabo invitándoos a que sembréis vosotros también la semilla de la vocación, comenzando por vuestros hijos, nietos y jóvenes de catequesis; pues vosotros sois instrumentos de Dios, pero también con vuestra oración.
Por Gabriel