El papa Francisco nos pide rezar este mes de marzo «por una respuesta cristiana a los retos de la bioética», para que los cristianos «promuevan la defensa de la vida».
«Evidentemente —dice el Papa— que la ciencia ha progresado y hoy día la bioética nos presenta una serie de problemas a los cuales tenemos que responder, no esconder la cabeza como el avestruz». No se trata de frenar el progreso tecnológico, sino de acompañarlo para «proteger tanto la dignidad humana como el progreso. Es decir, no podemos pagar el precio de la dignidad humana por el progreso, no. Ambos van juntos y armónicamente juntos», dice Francisco.