Este domingo III del Tiempo Ordinario celebramos en toda la Iglesia el Domingo de la Palabra. El logo del Domingo de la Palabra se inspira en los discípulos de Emaús, expresando la relación entre los caminantes con miradas, gestos y palabras.
Los discípulos
Lucas expresa el rostro de todos los creyentes. Aquí se expresa la relación entre lo masculino y lo femenino, identificando al discípulo anónimo como la esposa de Cleofás.
El resucitado
Jesús se pone en medio de nuestro camino, habitando nuestra historia.
La luz
La luz de la palabra calienta los corazones de los discípulos cuando cae el sol. En el gesto eucarístico llegará a su plenitud y los discípulos lo reconocerán.
La estrella
La da el resucitado y es el signo de la evangelización: «Ellos contaron...»
El pergamino
El misterio salvífico se revela en el díalogo entre el AT y el NT.
Los pies
Jesús resucitado comparte los pasos del hombre y el poder de su palabra los dirige en el sentido correcto: «Tu palabra es luz para mis pies y una antorcha para mi camino». Por eso regresaron a Jerusalén.
El bastón
Es delgado, sin certezas, como las seguridades humanas. Expresa la fragilidad de los discípulos, que estaban entristecidos.