Mari Carmen Nieto es coordinadora del programa Sin Hogar de Cáritas Diocesana de Ciudad Real. Nos habla sobre la vivencia de la Navidad en la calle, animándonos a transformar la realidad.
Vivir en la calle es una situación en la que nadie se tendría que encontrar, porque todas las personas poseemos el derecho a tener nuestras necesidades básicas cubiertas, vivir en una casa, es un derecho básico. Además, tener una casa no es sólo habitar bajo un techo, sino poseer y crear un hogar, una morada. La mayoría de personas necesitamos del calor que nos proporciona un hogar, puesto que allí es donde nos sentimos protegidos, donde tenemos nuestro espacio, nuestra intimidad…., nos permite formar parte de una comunidad, sentirnos reconocidos y parte de la sociedad.
En estos tiempos que se avecinan es fácil estar más sensible; es un tiempo que nos invita a estar en familia, con los seres queridos, donde la mayoría de personas buscamos los afectos de los otros, y eso es normal, porque en Navidad nos nace el amor. Jesús viene con un mensaje cargado de amor y felicidad para todas las personas, especialmente para los que más sufren. En cualquier época del año es difícil e inhumano vivir en la calle, pero en estas fechas somos más conscientes del sufrimiento de estos hermanos nuestros. Desde estas líneas, os invito a que en Navidad, y en cualquier época del año, no dejemos de mirar a estas personas y a que nos duela su situación, desde ahí podremos transformarla y desde ahí ha de nacer el compromiso de cada uno para contribuir a cambiarla.
Por Mari Carmen Nieto