Cáritas Diocesana de Ciudad Real lleva trabajando algún tiempo con la estrategia global sobre el Acceso a la alimentación y el vestido como un derecho de ciudadanía, que Cáritas Española está impulsando para trabajar entre los años 2020 y 2023.
Esta estrategia quiere facilitar los caminos y las herramientas para garantizar el acceso a este derecho, la autonomía y la libertad de las personas, así como ir generando comunidades de relación y mutuo cuidado, para asegurar que las personas no sientan el estigma por estar en una situación económica precaria.
Uno de los ejes de esta estrategia tiene que ver con la toma de conciencia de lo que significa la alimentación como derecho, desde la perspectiva de la dignidad y la autonomía de las personas.
Con las ayudas económicas favorecemos que las familias puedan mantener la responsabilidad y el hábito de administrar el presupuesto familiar, fomentando su autonomía y corresponsabilidad.
La propuesta concreta es que queremos dejar de dar ayudas en especie para ofrecer ayudas económicas, donde las personas tengan la libertad de hacer su compra como la realizamos cualquiera de nosotros, que tengan capacidad para elegir dónde quieren comprar y qué quieren comprar, según criterios de proximidad, de abaratamiento, de salud, etc., y sin ninguna identificación que los estigmatice. Además, con las ayudas económicas favorecemos que las familias puedan mantener la responsabilidad y el hábito de administrar el presupuesto familiar, fomentando su autonomía y corresponsabilidad.
Esta estrategia también conlleva emprender nuevas maneras de captación económica, que sean una alternativa a la captación de alimentos u otros productos en especie y trabajar con la comunidad en esta línea para que entienda nuestra propuesta y sea sensible a la realidad que viven las personas más vulnerables.
Iniciamos un nuevo camino y proceso lleno de esperanza, con el objetivo de fortalecer y acompañar a nuestras Cáritas y centros, para que nuestras acogidas y procesos de acompañamiento contemplen actuaciones y ayudas que refuercen y promuevan la autonomía, la dignidad, la corresponsabilidad y la participación. Y sin olvidarnos de la comunidad, planteando otros modelos de ayuda y dando alternativas para un desarrollo incluyente, que no deje atrás a las personas que acompañamos.
Por Cáritas Diocesana de Ciudad Real