Alegres por volver a un encuentro presencial, los voluntarios de Manos Unidas en nuestra diócesis se reunieron en la mañana del pasado 20 de noviembre en el Seminario Diocesano para celebrar la XIII Asamblea Diocesana.
La jornada comenzó con la misa, que presidió el delegado de Acción Socio-caritativa de la diócesis, Joaquín Gutiérrez Villar.
Después, empezó el trabajo de los voluntarios con las palabras de la presidenta diocesana, Conchi Martínez, que mostró su alegría por la vuelta a las reuniones presenciales (el pasado año no se celebró la asamblea), recordando especialmente a todas las personas fallecidas: «El recuerdo a nuestros familiares y amigos fallecidos y enfermos durante estos meses teñidos por el dolor de la pandemia, siempre estarán presentes en nuestros corazones y oraciones», dijo.
La presidenta se refirió en su intervención a la situación de la ayuda solidaria en nuestra sociedad, incidiendo en que, tras la pandemia, la sociedad continúa cerrada a la ayuda a los más pobres, que «son cada vez más pobres», en un mundo en el que impera el «yo más insolidario».
«El recuerdo a nuestros familiares y amigos fallecidos y enfermos durante estos meses teñidos por el dolor de la pandemia, siempre estarán presentes en nuestros corazones y oraciones»
«Para que exista un yo debe haber un nosotros», dijo, un nosotros por el que Manos Unidas lleva sesenta y dos años luchando.
Martínez expuso algunas de las acciones que se han llevado a cabo en los meses más duros de la pandemia, en los que el trabajo de Manos Unidas continuó. Tanto el equipo diocesano como los equipos arciprestales cambiaron su forma de trabajo, llevando a cabo actividades adaptadas a la nueva situación y sacando adelante los proyectos gracias a la responsabilidad compartida con los socios locales de la ONG.
«En 2020, Manos Unidas apoyó ciento treinta y seis proyectos relacionados con la COVID-19 en treinta y seis países. La acción humanitaria cobró en 2020 una especial relevancia en el trabajo de Manos Unidas, llegando a representar un tercio de los proyectos apoyados por la organización para ayudar a aquellas comunidades que se vieron superadas tanto por las dificultades ya existentes como por la crisis del coronavirus», explicó la presidenta.
Después de las palabras de Conchi Martínez, el trabajo continuó con la presentación del documento base de la campaña 2022. Lo presentó Fidele Podga Dikam, coordinador del Departamento de Estudios y Documentación de los Servicios Centrales de Manos Unidas.
Para terminar, el tesorero y secretario diocesanos presentaron el informe económico y de actividades del año 2020.