El pasado 16 de octubre se celebró, en la casa de espiritualidad de los padres pasionistas de Daimiel, una ultreya diocesana de Cursillos de Cristiandad que reunió a 23 personas.
Las ultreyas diocesanas de Ciudad Real se celebran cada dos meses y reúnen a los responsables del movimiento en la diócesis. Además, se unen amigos y conocidos invitados por Cursillos, así como personas en proceso de búsqueda de un entorno comunitario para vivir la fe. El objetivo de las ultreyas es compartir la fe, la amistad y la vida como ayuda para el crecimiento en la vida espiritual y de servicio. Con las ultreyas se anima a los participantes a continuar el trabajo del primer anuncio en cada entorno.
La convivencia del pasado 16 de octubre comenzó con la acogida de todos los participantes de distintos lugares de la diócesis: Villanueva de los Infantes, Torralba de Calatrava, Villafranca de los Caballeros, Campo de Criptana, Alcázar de San Juan, Manzanares y Ciudad Real. Continuó con la oración y el testimonio de una de las responsables de cursillos en torno a la experiencia de fe en distintos momentos de la pandemia a la luz de la Palabra de Dios.
El acto central de la ultreya fue la misa, que presidió el consiliario diocesano de Cursillos, José Valiente Lendrino, en la iglesia de los padres pasionistas. Por la tarde, Ignacio Alcañiz, presidente de Cursillos en nuestra diócesis, presentó las actividades diocesanas del movimiento para este curso. Para concluir, algunos de los participantes dieron su testimonio.