«Que la nueva normalidad no sea lo que había antes»

«Ahora más que nunca, trabajo decente» fue la petición que lanzaron el pasado 7 de octubre Cáritas, HOAC, JOC y CONFER (algunos otros grupos que participan no existen en nuestra diócesis) en la Jornada Mundial por el Trabajo Decente.
 
En un momento en el que la precariedad laboral en nuestro país no garantiza que tener un trabajo asegure una vida digna, tal y como informa el último informe de Cáritas, la Iglesia vuelve a reclamar que la persona sea el centro de las políticas, de las relaciones laborales, y que se procure que lo que se ha llamado «nueva normalidad», no acabe siendo más de lo mismo, con los más débiles perdiendo y siendo cada vez más invisibilizados.

En el acto que se desarrolló en Ciudad Real, en la plaza de la Constitución, se leyó el manifiesto de esta campaña, con citas de trabajadores en situación precaria y con una llamada clara a asegurar empleos de calidad.

«La nueva normalidad no sea lo que había antes, trabajo indecente, sino que el trabajo se convierta en lo que tiene que ser, que ponga a la persona en el centro»

Después de la lectura del manifiesto, se hizo una dinámica con todos los participantes en la concentración, en la que primero se escribieron nombres de aquellos conocidos que sufren precariedad laboral, escribiendo después los nombres de aquellos otros que trabajan por la dignidad en el trabajo: «Hemos pedido a las personas que nos han acompañado que muestren a través de un nombre a esas personas que están sufriendo la indecencia de un trabajo indecente, pero también que nos pongan rostro y nombres a todas aquellas, muchas, que están luchando cada día para que el trabajo sea cada vez más decente», explicó Paqui Castilla Muñoz, delegada de Pastoral Obrera en nuestra diócesis.

Sobre la campaña, la delegada insistió en que «la nueva normalidad no sea lo que había antes, trabajo indecente, sino que el trabajo se convierta en lo que tiene que ser, que ponga a la persona en el centro, por encima de cualquier otra manifestación de beneficios económicos y partidistas, que sea la persona, la familia trabajadora, la que esté en el centro».

Eucaristía en la parroquia de La Merced

Después del acto en la plaza de la Constitución, el grupo se desplazó a la cercana parroquia de Santa María del Prado (La Merced), donde el obispo, don Gerardo Melgar, presidió la eucaristía. Se rezó por todos los trabajadores y se agradeció la ayuda aquellas personas que trabajan por el trabajo digno de los demás.