Pablo Rodríguez Cabanillas es profesor de Religión y delegado de Enseñanza en nuestra diócesis. Nos habla sobre la necesidad de la asignatura de Religión para una educación integral.
Finalizamos un curso excepcional, marcado por la pandemia, las mascarillas y la distancia de seguridad. Y toda la comunidad educativa (alumnos y familias, profesores y resto de personal) ha salido airosa de este reto, ha sido un logro compartido cargado de esfuerzo, generosidad y entrega en el que todos nos hemos sentido solidarios y acompañados. ¡Felicidades a todos por este curso y la tarea realizada!
Y en estos momentos, nos ponemos manos a la obra para preparar el próximo curso, para volver a acompañar a nuestros alumnos en su crecimiento académico y personal. Como todos los cursos, un nuevo reto.
Desde la Delegación Diocesana de Enseñanza de Ciudad Real animamos a todos los padres y alumnos a que se matriculen, desde la libertad, en la asignatura de Religión católica, una asignatura necesaria para una educación integral y completa; como así lo han experimentado el 80 % de los alumnos de nuestra provincia que este año han vivido la experiencia de participar y aprender en la clase de Religión.
Desde la Delegación Diocesana de Enseñanza de Ciudad Real animamos a todos los padres y alumnos a que se matriculen, desde la libertad, en la asignatura de Religión católica
¿Por qué privar a los niños, adolescentes y jóvenes de este conocimiento? Más teniendo en cuenta que la clase de religión confesional no se impone, sino que se propone desde la libertad de opción de los padres, principales educadores de sus hijos.
¿Por qué privar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes de los valores y el mensaje que transmite Jesús, mensaje de amor y felicidad plena, de perdón y compasión, de fraternidad y empatía, de solidaridad con el apaleado «tirado en el camino»?
¿Por qué privar a nuestros niños, adolescentes y jóvenes de conocer el motivo por el cual, hombres y mujeres, a lo largo de la historia, construyeron, pintaron, esculpieron, escribieron, pensaron y vivieron para hacer visible el mensaje de Jesús?
El objetivo de la clase de Religión es proporcionar al alumno, sea o no creyente, unos contenidos objetivos, razonables y científicos sobre el hecho religioso, las creencias y la historia de las distintas tradiciones culturales y religiosas.
Por eso no se evalúa la fe ni las creencias personales, sino los contenidos culturales que se imparten con las mismas herramientas que el resto de materias.
Con expresiones del papa Francisco, Religión es una asignatura de puertas abiertas que, desde la cultura del encuentro y la pedagogía de la fraternidad, pretende colaborar en la educación integral de los alumnos. En ese empeño educativo estamos los más de 200 profesores de nuestra diócesis y por eso os animamos a elegirla para el próximo curso. Os esperamos, agradecidos e ilusionados, en el nuevo curso en clase de Religión.