El Cursillo de Admisión serán entrevistas en dos fines de semana, el 26 y 27 de junio y el 3 y 4 de julio de 2021. Óscar Casas, formador del Seminario, nos habla en este artículo de la vocación.
Los expertos dicen que la provincia de Ciudad Real es una tierra más bien escasa en precipitaciones. Muchas veces, mirando el parte meteorológico en televisión, parece que a nuestra provincia le hubieran puesto un paraguas que hace que las lluvias rodeen nuestros campos. La mayor parte de las pocas precipitaciones que tenemos es cuando soplan los vientos del suroreste que nos traen el agua del Atlántico.
He querido resaltar esta información sobre la meteorología porque me parece un buen símil para hablar de la situación actual de la mayoría de seminarios menores de España, entre los que se encuentra también el de Ciudad Real. Él número de seminaristas menores de los últimos años es cada vez más escaso. Parece como si hubiera un paraguas que impidiera la entrada de la lluvia de vocaciones. Pero en nuestro Seminario soplan de vez en cuando vientos del suroeste que hacen que lleguen a nuestra puerta jóvenes y adolescentes que quieren plantearse con honestidad la voluntad de Dios y discernir su posible vocación sacerdotal. De hecho, por pura gracia de Dios el cien por cien de los alumnos que han cursado 2.º de bachillerato en los últimos 5 años han dado el paso a continuar su discernimiento en el Seminario Mayor.
El Seminario Menor no es un simple colegio sin más, más bien yo lo definiría como una familia numerosa en la que los chicos van poco a poco madurando y creciendo como personas y como creyentes, aprendiendo así a ser discípulos de Cristo.
El cien por cien de los alumnos que han cursado 2.º de bachillerato en los últimos 5 años han dado el paso a continuar su discernimiento en el Seminario Mayor
Con el final del curso académico os invito a levantar los ojos al cielo para pedirle al Señor que nos mande de nuevo los vientos del suroeste. En los próximos fines de semana, el Seminario vuelve a abrirse para aquellos niños y adolescentes que estén interesados en ingresar como seminaristas para el próximo curso.
No tengamos miedo de ofrecer a aquellos niños que hayan podido ser tocados por Dios la posibilidad de formarse en el Seminario. Cualquier casa parece llena cuando hay niños en ella, en el caso del Seminario de Ciudad Real ocurre lo mismo; donde hay niños hay alegría.
Aunque nuestra tierra pueda parecer agostada, nosotros confiamos en el Señor. El Seminario es obra suya y por amor a nuestra diócesis sabemos que nunca nos faltarán los vientos que nos traigan los sacerdotes del mañana.