Celebramos el Día del Seminario este 8 de diciembre. Entrevistamos a Abel Fuentes, de 30 años, natural de Campo de Criptana y en el Seminario desde el año 2013. Antes, había estudiado el Grado en Historia y realizado un Máster en Investigación. Después de 7 años en el Seminario, ahora hace su año de pastoral en el Valle de Alcudia, junto a tres sacerdotes.
¿Cuándo surge tu vocación? ¿Hay alguna razón concreta que te llevara al Seminario?
De todo mi proceso destaco una frase que me dijo un sacerdote al que siempre me quejaba de que dedicaba mucho tiempo a Dios, y ¿qué más me podía pedir a mí? Y me dijo: «Hacer cosas de Dios no significa que hagas lo que Dios quiere de ti». Para mí esa frase fue como «tocado y hundido». Ciertamente, el Señor no quería mi tiempo, ¡me quería a mí!
¿Qué cambio has notado en tus años de formación? ¿Cómo es el discernimiento durante estos años?
Destacaría uno: como nos dijo una vez un sacerdote, descubrir que «recibir la vocación es dejar de soñarse a sí mismo para amar el sueño de Dios para mí». El Seminario, por tanto, me ha ayudado a entregar, libremente, la vida por Cristo.
El próximo 8 de diciembre, en la Inmaculada Concepción, celebramos el Día del Seminario, ¿nos podrías invitar a celebrar de algún modo concreto este día?
Parece que san José ha querido ceder este año la celebración de este Día del Seminario a su esposa, la Virgen María. Por eso os invito a pedirle a su Inmaculado Corazón en el Santo Rosario que interceda por nuestro Seminario y por las vocaciones sacerdotales en nuestra diócesis. Y más concretamente, os invito a aquellos pueblos que tenéis a la Virgen como patrona a que lo hagáis ante ella.
Esta entrevista se publicó en Con Vosotros el 6 de diciembre de 2020.