El domingo 5 de julio celebramos la Jornada de la responsabilidad en el tráfico, este año con el lema El transporte y la movilidad: creadores de trabajo y contribución al bien común.
Se trata de una jornada promovida por el Departamento de la Pastoral de la Carretera de la Conferencia Episcopal Española, celebrada siempre en torno a la fiesta de San Cristobal.
Coincidiendo con el inicio de los desplazamientos masivos, los obispos de este departamento envían un saludo a todas las personas que están relacionadas con la movilidad humana y la seguridad vial. Este año, tienen en cuenta la difícil situación por la que pasan los transportistas. Destacan que el transporte y la movilidad humana generan muchos puestos de trabajo que se han visto afectados por la crisis del coronavirus: «Han sido meses en que muchos vehículos han tenido que estar parados por la COVID-19. En muchos hogares no ha habido ingresos, pero sí muchas pérdidas económicas para muchas personas. Rezamos por todas ellas», señalan.
Además, como cada año, insisten en la obligación de la prudencia en la conducción, cuidando de este modo no solo de nosotros, sino del prójimo que también se traslada por la carretera: «¿Pensamos alguna vez con calma, sobre la grave responsabilidad que asumimos cuando viajan con nosotros otras personas? Es como llevar con nosotros algo valiosísimo, pero muy frágil, que tenemos que cuidar y tratar con sumo cuidado y cariño».
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