Las carmelitas de Ciudad Real continúan orando cada día por el fin de la pandemia, por todos los enfermos y por aquellos que los ayudan. Ahora, además, elaboran batas y mascarillas para el hospital.
Las veintiún monjas se dedican plenamente estos días a la oración y al trabajo, como hacen cada día de su vida; pero han añadido a la elaboración de dulces y formas para la misa el trabajo que más falta hace a médicos y enfermeras en estos momentos. Gracias a la donación de sacos de plástico de la empresa Metavir Ferretería Industrial de Villarrubia de los Ojos, las monjas preparan batas y mascarillas que puedan ayudar a frenar la transmisión del coronavirus.
Además de las carmelitas de Ciudad Real, otros conventos de monjas de la provincia y voluntarios de las parroquias, están trabajando estas semanas para poder paliar algo la falta de materiales en los hospitales y en las residencias de ancianos.