El pasado viernes se celebró la misa en el primer aniversario de la muerte del obispo Rafael Torija de la Fuente en la Catedral de Ciudad Real, presidida por don Gerardo Melgar, obispo de Ciudad Real, que recordó a don Rafael como un hombre cercano y bueno que se dio por los demás.
[Al final de la noticia puedes ver el vídeo de la misa con motivo del primer aniversario de la muerte de don Rafael. Además, si te suscribes al canal de Youtube de la diócesis te informaremos al momento de cada vídeo que subamos]
Participaron familiares y amigos del obispo difunto y concelebraron el vicario general, el vicario de pastoral, el cabildo de la Catedral y varios sacerdotes más que se acercaron para rezar por el obispo que más tiempo ha permanecido en nuestra diócesis. Falleció el 2 de marzo de 2019, estuvo en Ciudad Real 46 años, 27 de ellos como obispo al frente de nuestra Iglesia.
Don Gerardo Melgar recordó en su homilía la cercanía y bondad de monseñor Torija. Hay que «agradecer a Dios el regalo de la persona, de la vida y del ministerio sacerdotal y episcopal de don Rafael […] Una vida entregada al servicio de la Iglesia», dijo don Gerardo, definiéndolo como un «gran regalo de Dios» para la Iglesia de Ciudad Real. «Sencillo, cercano e interesado por las personas y sus problemas. Siempre al lado de quien más le necesitaba», subrayó.
Hay que «agradecer a Dios el regalo de la persona, de la vida y del ministerio sacerdotal y episcopal de don Rafael […] Una vida entregada al servicio de la Iglesia»
«Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor», palabras de san Pablo, fueron la definición y el recuerdo a la vida entregada de don Rafael, explicó don Gerardo, que pidió la oración por el obispo difunto con la esperanza de que, «el Señor, que es compasivo y bueno, tenga misericordia con él y perdone sus pecados».
El cuerpo de don Rafael está enterrado en la vía sacra de la Catedral de Ciudad Real
[Aquí puedes ver el vídeo de la misa exequial].
Monseñor Rafael Torija de la Fuente
Don Rafael falleció al clarear el 2 de marzo de 2019
[ver vídeo publicado tras su muerte], a los 91 años. Durante 27 años fue el obispo de la Iglesia de Ciudad Real, desde que tomara posesión el 6 de noviembre de 1976. Su renuncia, por edad, fue aceptada por el papa san Juan Pablo II el 20 de marzo de 2003. Desde su jubilación, don Rafael continuó viviendo en la capital manchega, en la casa sacerdotal. Sumados ambos períodos, compartió casi la mitad de su vida, 46 años, con toda la Iglesia ciudadrealeña.