La marcha misionera del pasado 12 de octubre reunió a más de trescientos cincuenta jóvenes participantes que conocieron el ejemplo del misionero Vicente Hondarza.
Los jóvenes caminaron desde Manzanares hasta Membrilla. Una vez allí, aprendieron sobre el testimonio de entrega de Vicente Hondarza, misionero de nuestra diócesis asesinado en Perú en 1983, después de toda una vida dedicada a los pobres.
Después de esta actividad, el grupo se dirigió al templo parroquial de Membrilla, donde se celebró una oración con la ayuda y el testimonio del misionero Javier Chamero, misionero religioso pasionista en El Salvador y natural de la localidad manchega de Belvís.
El final de la jornada fue una cena acompañada por la actuación del musical No tengo miedo de los jóvenes de la diócesis, así como por los bailes del grupo juvenil de San Carlos del Valle.