El pasado 31 de mayo, aproximadamente seiscientas personas de nuestra diócesis peregrinaron al Cerro de los Ángeles, en una actividad promovida y organizada por la Delegación Diocesana de Pastoral Familiar. Este año se celebra allí el centenario de la consagración de España al Corazón de Jesús.
Para la misa, que presidió el obispo, monseñor Gerardo Melgar, acompañado por el obispo de Getafe, monseñor Ginés Beltrán, toda la comunidad salió en procesión desde el Convento de las Carmelitas Descalza del Sagrado Corazón de Jesús y Nuestra Señora de los Ángeles. Desde allí se internaron en la basílica, situada bajo el monumento al Sagrado Corazón.
Monseñor Melgar, en su homilía, se refirió a la misericordia, mostrando cómo Dios, recorriendo las situaciones que aparecen en el Evangelio y que nos muestran a Dios «bondadoso y compasivo con las situaciones que viven los hombres». Dios, explicó, «no es un Dios lejano, y mucho menos tirano o rencoroso, sino un padre bueno que ama por encima de nuestros defectos, que corrige al pecador y le da siempre la oportunidad de volver a Él y ser de verdad su hijo. [...] Dios espera al pecador con gran paciencia».
Para concluir, subrayó que todos tenemos un reto: «La verdadera devoción al Corazón de Cristo tiene que ser encarnar en nosotros aquellas mismas actitudes que Él vivió de una manera extraordinaria. Esto nos compromete a hacer realidad en nuestra vida el modelo, el estilo que vemos en Él y ser testigos de su vida donde quiera que nos encontremos».
Después de la misa, los distintos grupos de las parroquias continuaron la jornada comiendo juntos.