Parroquia de guardia fue el título del espectáculo que ofrecieron los seminaristas para felicitar la Navidad a la diócesis entre el 14 y el 16 de diciembre. Como siempre, a los cantos de villancicos se unió la creatividad del grupo que este año optó por una comedia de enredo con un guion original.
La historia acontece en una parroquia en la que ocurren distintos robos. Con finura, chistes teológicos e históricos y referencias humorísticas a la vida parroquial, el grupo consiguió arrancar carcajadas al público, que llenó el salón de actos durante tres días seguidos. Especial relevancia merece el humor gestual y las referencias de fondo, que llevaron al espectador a recordar momentos y personajes habituales en las iglesias, mezclando tanto crítica como homenaje a personas entrañables y situaciones propias de una comedia de enredo.
La obra concluyó con un mensaje navideño que subrayó la paradoja de Dios hecho niño y, a partir de ahí, las paradojas del mensaje cristiano: la fortaleza en la debilidad, la entrega generosa sin esperar nada a cambio, el perdón desinteresado, la búsqueda del último lugar, la preocupación por los débiles, etc. En palabras de los seminaristas, «lo que queríamos era mostrar que somos capaces de darnos, entregarnos a los demás y ser solidarios. Que somos capaces de ver en los demás el rostro de Cristo».
Si la representación teatral surgió en el festival de Navidad del Seminario para intercalar un mensaje entre los cantos; hoy los villancicos se intercalan entre una representación que ofrece siempre un mensaje de esperanza, una buena nueva sobre la encarnación de Dios que marca el inicio oficioso de la Navidad en nuestra diócesis.
Al frente de los cantos estuvo el sacerdote Tomás Jesús Serrano, que dirigió tanto al Seminario Menor como al Mayor.
Al final del espectáculo, el rector del Seminario, Manuel Pérez Tendero, agradeció al público su presencia y, especialmente a los seminaristas, el trabajo que hacen durante más de un mes para preparar el festival, cada uno haciendo lo que mejor sabe.