Como cada dos de octubre, el obispo presidió la eucaristía en la Catedral en la festividad de los Ángeles Custodios, patronos del Cuerpo Nacional de Policía.
Como cada año, el dos de octubre el Cuerpo Nacional de Policía celebra a sus patronos, los Ángeles Custodios, con una eucaristía que el obispo preside en la Catedral. Además, en aquellos pueblos de la diócesis en los que existe Policía Nacional (Puertollano, Alcázar de San Juan y Valdepeñas), también se celebra la misa de manera especial.
En la Catedral, monseñor Gerardo Melgar explicó cómo los Ángeles Custodios son creados para «guardar, ayudar, custodiar y servir» a los hombres en su camino por la vida, al igual que la misión de la policía es cuidar y servir a los ciudadanos, procurando la paz y la convivencia. Les recordó que llama la atención su tarea: «Pensar en los demás, servir a los demás y cuidar de la paz y el bienestar».
El obispo siguió pidiendo por todos los que pertenecen a la Policía Nacional, rezando al final de la misa por los difuntos del cuerpo.