El 13 de agosto regresaban los peregrinos que este año han participado en el Camino de Santiago para adultos de la diócesis. Cuarenta y tres peregrinos de Manzanares, membrilla, Pedro Muñoz, Alcázar de San Juan, Tomelloso, Villarrubia de los Ojos, Ciudad Real, Puertollano, Miguelturra, Moral de Calatrava, Fuencaliente, ARenas de San Juan, Estación-Brazatortas, Valdepeñas y Campo de Criptana. Comenzaban su camino el 1 de agosto, como todos los años, no solo poniendo las piernas y las fuerzas, también el corazón y las ganas de descubrir algo más en su peregrinar.
Los días de peregrinación han sido días de encuentro con Dios y de vivencia comunitaria. Son de los mayores gozos de los días compartidos acompañados por la belleza de la naturaleza que acompaña la ruta en el Camino del Norte. El silencio, la emoción de la llegada a la restaurada Plaza del Obradorio, la Misa del Peregrino, con Botafumeiro incluido (no siempre es posible) y la Vigilia de Oración en la Basílica del Apóstol. Algunos peregrinos también pudieron visitar el recién abierto Pórtico de la Gloria.
Es una experiencia que merece la pena. Además, desde la organización se marca que solo se puede participar en una ocasión por dos razones: «para dejar que otros peregrinos puedan tener la experiencia y porque el camino de la vida es una vez».
«Que Santiago Apóstol bendiga a nuestra Iglesia Diocesana».