Entre el 25 y el 29 de junio 25 jóvenes de La Asunción de Puertollano cerró el curso peregrinando a las tumba de los apóstoles en Roma.
El grupo ha vivido el viaje como un envío para la oración, para la experiencia y la fundamentación en la fe. De este modo, han tenido presente en cada momento al resto de la comunidad parroquial, rezando por todos y por las intenciones que les pidieron. Se trató de una peregrinación para los que se han confirmado este año, culminando un año de vivencias profundas de fe. A los 25 jóvenes los han acompañado el sacerdote de la parroquia y cuatro catequistas.
El día 27 pudieron participar en la Audiencia General del papa, en la plaza de San Pedro, uno de los momentos que quedarán en su memoria. Además, destacan haber conocido a la Orden Benedictina en Subiaco y, en particular al padre Ignacio, un benedictino que les acercó la experiencia de la vida contemplativa, les explicó las reglas monacales y les pudo acercar la importancia del monacato en la historia y en la Iglesia. Por otro lado, para conocer a la vida consagrada activa tuvieron un encuentro con una monja teatina, la hermana Irene, que hará la profesión solemne en fechas próximas.
La visita a la necrópolis del Vaticano fue otra de las actividades que vivieron con la emoción de quien se acerca a la tradición. El día 29, último de la peregrinación y festividad de San Pedro y San Pablo, pudieron celebrar la eucaristía en la plaza de San Pedro, en una misa llena de fieles de distintas nacionalidades, que puso en relieve la universalidad de la Iglesia.