El centro Jericó de Cáritas de Ciudad Real celebró el final de curso el pasado 21 de junio reuniendo a todos sus voluntarios, participantes y trabajadores.
La oración y la reflexión comenzaron a la jornada, dando paso a una dinámica en la que todos buscaban noticias positivas siempre en torno al fin del problema de las personas Sin Hogar, concluyendo con el mensaje: «Equipo de voluntarios y trabajadores Jericó: un compromiso común».
Este compromiso se plasma en la existencia del centro, que sustituye, después de años de trabajo, al antiguo «Centro La Esperanza». En este nuevo lugar, que funciona desde hace varios cursos, las personas sin hogar tienen unas instalaciones más adecuadas para la realización del programa que ofrece Cáritas, para lo que cuentan con la ayuda de voluntarios y trabajadores. La finalidad de todo el proyecto es acompañar a las personas sin hogar, frecuentemente olvidadas por los recursos públicos y por la sociedad, que no suele dar respuesta a los problemas concretos que sufren. Con el acompañamiento se trabaja para que el propio participante pueda conseguir de nuevo la inclusión, respetando su libertad y ayudándole, desde el primer momento, a dejar la calle.
Al acto asistió el director de Cáritas Diocesana, Fermín Gassol; el secretario general, Ángel Ruiz-Moyano; la directora de Cáritas Interparroquial de Ciudad Real, Consuelo Almodóvar; además de los voluntarios, participantes y trabajadores del centro.
El programa de atención a personas sin hogar en nuestra diócesis
El programa de atención a personas sin hogar de Cáritas Diocesana de Ciudad Real consta de cuatro centros y un piso de autonomía, además de algunos puntos de información ubicados en las distintas parroquias por donde es habitual el paso de estas personas.
Estos cuatro centros se sitúan en distintos pueblos de la provincia: Ciudad Real, Daimiel, Alcázar de San Juan y Puertollano y suman un total de 62 plazas. La función que tienen es acoger a las personas que viven en la calle, así como ofrecerles la posibilidad de acompañarles para que dejen la misma. Los encargados de esta acción son 146 voluntarios y 32 profesionales.