El pasado sábado 12 de mayo se celebró en Montiel el cincuenta aniversario de la coronación canónica de la Virgen de los Mártires.
Por este motivo, el obispo, monseñor Gerardo Melgar, presidió la eucaristía en la plaza del pueblo ante más de dos mil fieles, tanto de Montiel como de otros pueblos de la provincia. En la misma plaza, el obispo don Juan Hervás coronó canónicamente la imagen un 8 de mayo de 1968.
Durante la misa, que comenzó a las siete de la tarde, y en la que concelebró el párroco de Montiel, Miguel Ángel Moñino, el obispo recordó en primer lugar la coronación de hace 50 años, explicando lo significativo del momento «porque significaba el reconocimiento oficial de la gran devoción que los cristianos de este pueblo tenían a la Virgen bajo esta singular devoción». A continuación, monseñor Melgar dio las gracias a María en nombre de todo el pueblo por su protección, por ayudar a la fe de los fieles, y agradeció su presencia y ayuda ante tantos hermanos que «cuando han pasado cerca de tu imagen y al descubrir tu mirada vuelta hacia ellos, se han parado a rezarte, a expresarte sus angustias y tristezas, sus necesidades y esperanzas, sus dolores y necesidades, o para agradecerte tantos beneficios como habían conseguido a través tuyo».
Hoy, continuó explicando el obispo, es el momento de reavivar «nuestra fe y nuestra confianza en el Señor», puesto que la coronación de hace 50 años fue el resultado de la fe de los antepasados, y «queremos renovar aquella misma devoción», tratando de imitar las grandes virtudes que María vivió. En este sentido, insistió monseñor Melgar, no se debe perder el fervor que llevó a la coronación, ni los siglos de recorrido espiritual con el ejemplo de la Virgen de los Mártires. Es, por tanto, un momento para «revisar si hoy nos merecemos dicha coronación, porque nuestra devoción personal y comunitaria a la Virgen de los Mártires no ha decrecido». La Virgen nos interpela y nos llama a que «reavivemos la devoción a su persona, la imitación de sus actitudes, el compromiso de imitarla en nuestra vida».
Concluyó el obispo subrayando el modelo de María en el seguimiento de Cristo, y dando gracias por la coronación, por el aniversario y por la devoción de todo el pueblo. Además, puso las necesidades de todos los montieleños, de sus «familias, de los enfermos, de los pobres y los necesitados de ayuda, de los que no creen o han perdido la fe, de cuantos necesitamos hacer más viva nuestra fe y de imitarle mejor en nuestra vida para que ella sea la intercesora de todos nosotros ante su Hijo».
En la celebración concelebraron también los sacerdotes diocesanos Fernando Martínez Arcos, natural de Montiel; y Ángel Moreno Mayoral.
La Virgen de los Mártires, una devoción inmemorial
La devoción a la Virgen de los Mártires existe desde época inmemorial. En las Relaciones Topográficas de Felipe II, en 1575, ya aparece mencionada por lo que no se sabe a ciencia cierta cuándo se implanta. Por su advocación y por haber sido Montiel tierra fronteriza durante años, se entiende que se refiere a los cristianos muertos en la Reconquista.
El 8 de mayo de 1968 la coronó canónicamente el obispo, monseñor Juan Hervás y Benet, siendo párroco el sacerdote Pedro Roncero Menchén.
Cada 15 de agosto sube al santuario y el último domingo del mes de abril va a Montiel, en torno a 3 kilómetros del pueblo. Sus fiestas solían ser el 8, 9 y 10 de mayo, pero desde hace unos años se celebra el segundo viernes del mismo mes y los dos días siguientes.