El año 1946, el Papa Pío XII nombraba patrono de los curas españoles al entonces beato Juan de Ávila. .
Había nacido el 6 de enero de 1499 (quizá 1500), en Almodóvar del Campo, de unos padres cristianos que lo enviaron a estudiar leyes a Salamanca. Allí, sufre una crisis que le hace regresar a su pueblo natal. Será aquí, en Almodóvar del Campo, en la cueva de su casa, donde reflexionará durante años, discerniendo el camino que debía seguir, lo que Dios quería de él. En 1520, con el propósito de prepararse para ser ordenado sacerdote, marcha a Alcalá, donde estudia Artes y Teología.
En 1529 fue ordenado sacerdote, y celebró su primera misa en el templo de Almodóvar del Campo. Con sus padres ya fallecidos, se rodeó de doce pobres, vendiendo todo el legado familiar y marchando, sin nada, hacia Sevilla, desde donde tenía intención de embarcar hacia el Nuevo Mundo como misionero.
Mientras espera el día para embarcar, predica por Sevilla, donde ya empieza a despuntar como predicador. El arzobispo de Sevilla le convence para evangelizar estas tierras y no viajar a América.
Sus escritos pronto fueron denunciados a la Inquisición en una época de miedo ante nuevas ideas. En la cárcel escribirá la primera versión de su obra más famosa: Audi, filia. En 1533 se le absuelve, llegando a predicar incluso ante el tribunal que lo había juzgado. Su fama como director espiritual y predicador sigue creciendo.
Su interés se centra en la formación de los futuros sacerdotes. En esta época aun no existen seminarios tal y como los conocemos hoy, pero para san Juan de Ávila, la reforma de la Iglesia pasaba por la mayor preparación y santidad de los sacerdotes.
Hay sonoras conversiones de estos años en las que intervino el maestro Ávila: Francisco de Borja o san Juan de Dios se encuentran entre los «aconsejados» por el santo.
Tras recorrer Andalucía y parte de Extremadura, se retira enfermo a Montilla en 1554. En esta ciudad se dedica a la predicación, a perfilar sus obras escritas y a cartearse con muchos que luego serían también santos.
Con fuertes dolores, un Crucifijo entre las manos y acompañado de sus amigos, el maestro murió en Montilla en la mañana del 10 de mayo de 1569. Santa Teresa de Jesús, al enterarse de la noticia, dijo: lloro porque pierde la Iglesia de Dios una gran columna.
El 4 de abril de 1894 León XIII beatificó a san Juan de Ávila. En 1946 fue nombrado patrono del clero secular de España por Pío XII y Pablo VI lo canonizó el 31 de mayo de 1970. Fue proclamado Doctor de la Iglesia el 7 de octubre de 2012, junto a santa Hildegarda de Bilden, por el papa Benedicto XVI, en la Santa Misa de apertura del Sínodo de los Obispos «La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana».