Entre el 6 y el 8 de abril se celebró el encuentro de misioneros jóvenes organizado por Obras Misionales Pontificias en la Casa de Espiritualidad San José de El Escorial. En total, participaron 150 jóvenes de toda España, entre los que por primera vez se encontraban cuatro jóvenes de la diócesis de Ciudad Real.
La reunión comenzó el viernes 6 de abril con una vigilia dirigida por el cantautor Unai Quirós que, guitarra en mano, compartió con los jóvenes su experiencia de fe. Al día siguiente, la jornada estuvo plagada de testimonios, experiencias y reflexiones. En concreto, sor Lourdes Barahona, clarisa franciscana, contó a los jóvenes cómo había podido encontrar a Dios en el silencio, afirmando que «ya no tenemos tiempo ni para escuchar a Dios». Después, Luis María García, jesuita, habló de su discernimiento vocacional, y terminó su intervención con cuatro consejos: «Cree en tus sentimientos, interprétalos y compártelos, practícalos, elige hacia dónde te dirigen». Por último, el cineasta Paco Arango, director de Maktub y Lo que de verdad importa, así como fundador de la Fundación Aladina, contó cómo dedicaba su vida a los niños con cáncer, a los que acompañaba hasta la muerte, afirmando que «Dios es vida», e invitando a «abrir la puerta a las cosas mágicas que os pueda dar Dios». Esta jornada central del sábado concluyó con la eucaristía.
El último día del encuentro se centró en el testimonio de jóvenes con experiencias de misión. De este modo, Roger y María, matrimonio misionero, contaron cómo habían decidido lanzarse juntos a la misión durante tres años por miedo a «acomodarse» en sus vidas. Después, Blanca Serres, otra joven misionera compartió con sus experiencias en Honduras, seguida por Francisca Ko, franciscana misionera natural de Corea del Sur, que contagió su pasión por la misión, contando cómo había tenido que desobedecer a su familia para seguir la llamada de Cristo.
La última parte del encuentro intervino Raúl Tinajero, director del Departamento de Juventud de la CEE, que habló del Sínodo de los jóvenes que se va a celebrar, informando del modo de trabajo y los objetivos de la Pastoral Juvenil en España.
Para Carmen Pilar Redondo, una de las participantes del grupo de Ciudad Real, la experiencia han sido «bofetadas de fe y aliento, que nos hace volver a nuestras casas con esa frase grabada que se hace eco en nuestras vidas: Sé valiente. La misión te espera»