El pasado 6 de marzo, monseñor Gerardo Melgar presidió la eucaristía en el encuentro de la Unión Eucarística Reparadora (UNER, Marías de los Sagrarios, Discípulos de san Juan), en el templo parroquial de Villarrubia de los Ojos.
En su homilía, el obispo habló de la figura de san Manuel González, fundador de la Unión Eucarística Reparadora gracias al amor que profesaba a Cristo, presente en la eucaristía.
«Con su carisma propio, -dijo monseñor Melgar-, [san Manuel González] es un potente faro de luz y un valioso estímulo y ejemplo para todos nosotros». Después, subrayó los fines específicos de la UNER, resaltando lo característico del movimiento: ser levadura en todos los ambientes, dentro de la pastoral parroquial formando grupos de oración y adoración. De todas las características, lo peculiar de la UNER, dijo, es «reparar el abandono en el que está Jesús en el sagrario, impulsar y ayudar a otros a vivir la adoración, la comunión y misa diarias y el trato e imitación de Jesús Sacramentado».
Para finalizar, el obispo pidió al Señor «para que vivamos con autenticidad nuestros compromisos como miembros de la UNER»; por los que creen en la eucaristía pero no han descubierto que Cristo sigue abandonado y por los que no creen en la eucaristía, para que nuestro testimonio les ayude a descubrir a Cristo».