El encuentro Creo organizado por la Delegación de Pastoral de Juventud de la diócesis se celebró en Membrilla entre el 3 y el 4 de marzo.
De nuevo, los jóvenes de las parroquias ofrecieron una catequesis a las comunidades de la diócesis, que no dudaron en acercarse al evento, volviendo a reunir a más de dos mil personas.
Este año el tema fue el padrenuestro, con una exposición que unió teatro, audiovisuales y las palabras de los guías para intentar acercar a los participantes a la oración más repetida en la historia.
El recorrido comenzó en la ermita de la patrona de Membrilla, la Virgen del Espino. Allí, a los pies de María, cada grupo comenzó el recorrido rezando la salve.
El segundo lugar en recibir a los visitantes fue el pabellón, donde pudieron conocer incluso el destino de los misioneros de nuestra diócesis, ilustrado en un enorme globo terráqueo.
Las representaciones concluyeron en el templo parroquial, con un imponente «dragón» que, representando la lucha entre el bien y el mal («líbranos del mal») daba paso al amén final, con cada grupo rezando en la capilla del Santísimo.
Para José Felipe Fernández, delegado de Pastoral de Juventud, el encuentro «ha vuelto a ser una experiencia catequética, no solo para los visitantes, sino especialmente para los jóvenes que lo preparan». Son, explica el delegado, «los jóvenes de distintas parroquias de la diócesis, todos ellos en procesos catequéticos según su edad, y con esta actividad tienen una experiencia de evangelización activa, que les hace reflexionar sobre los temas de la fe».
Con este encuentro, son ya ocho las ocasiones en las que se ha desarrollado esta actividad, una más dentro de la Pastoral Juvenil diocesana, y expresión del trabajo conjunto de muchas parroquias.