El pasado sábado 3 de febrero comenzaron las celebraciones por los 100 años de la presencia de las religiosas de María Inmaculada en Ciudad Real. Por este motivo, el obispo presidió la eucaristía en la catedral, con la presencia de muchas religiosas.
Monseñor Gerardo Melgar comenzó sus palabras recordando el momento de la fundación, mencionando la vuelta a las «fuentes» de la congregación, al volver la vista atrás. Además, subrayó la figura de la fundadora, santa Vicenta María, que «llama especialmente la atención hoy, que existe una sensibilidad mayor por lo social». Y es que ella fue «pionera en la lucha de las personas en peligro de exclusión y, además, lo hizo con la vida bien fundamentada en Dios».
Sobre la santa, el obispo habló sobre su actualidad, puesto que cuando nos «asomamos a su vida tenemos la impresión de que nos acercamos a una santa del s. XIX, pero con unas intuiciones del s. XXI». Vivió dos siglos antes que nosotros, pero hoy «hay mujeres en riesgo de exclusión social que necesitan de la mano amiga, que se preocupe por ellas, por su dignidad como personas y por su evangelización como hijas de Dios».
Monseñor Melgar puso como ejemplo a la congregación, al tener una «identidad y carisma propios, algo que sirve de estímulo a todos los creyentes, pues vuestro carisma e identidad deberían ser las metas de todo creyente en su vida». En este sentido, extrajo siete rasgos significativos: personas enamoradas de Cristo; con una vida en fraternidad; continuamente enviadas por Dios; para vivir como personas evangelizadoras y apostólicas, orantes; viviendo lo peculiar de ser mujer, lo concreto; y con un gran amor por la Eucaristía.
Después de la misa, las religiosas celebraron un acto cultural en el Colegio de San José, con una conferencia a cargo de María Digna Díaz, con el tema «Religiosas de María Inmaculada en Ciudad Real: un remanso de paz». El acto concluyó con un vino y la actuación del Grupo Mazantini.
Al día siguiente, el 4 de febrero, se celebró la eucaristía en la capilla de la comunidad de María Inmaculada, y un concierto oracional en la misma capilla con la interpretación de la hermana M.ª Ángeles Ruiz.
Las religiosas de María Inmaculada
Santa Vicenta María fundó las religiosas de María Inmaculada el 11 de junio de 1876 para responder a las necesidades de las jóvenes que inmigraban del campo a la ciudad en busca de trabajo, y se encontraban sin hogar, sin trabajo, sin medios para subsistir.
Hoy, las religiosas siguen acogiendo a adolescentes y jóvenes, inmigrantes o no, en las Residencias, Centros Educativos de Formación Profesional, Centros Sociales, y otras plataformas apostólicas, acompañándolas en su proceso personal de crecimiento, en todos los ámbitos, para que encuentren su propio camino y su puesto en la sociedad.