El 2 de febrero, fiesta litúrgica de la Presentación del Señor, se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada.
Cuando meditamos el evangelio vemos que la vida de Jesús fue una vida de «encuentros» con cada una de las personas con las que se fue relacionando. Si un hombre se alegra cuando encuentra la oveja que se le había perdido, mayor es el gozo que Dios experimenta cuando se reencuentra con el hijo que se había perdido. El lema de este año nos invita a encontrarnos con el amor de Dios y a seguirle compartiendo con los demás lo que somos y tenemos. Esa fue la propuesta que Jesús hizo al joven rico y que este no supo acoger. También hoy Jesús sale a nuestro encuentro como lo hizo con Saulo. La cultura del encuentro nos dispone a recibir y a compartir con los demás.
Esta jornada debe ser ocasión para promover el conocimiento y la estima de la Vida Consagrada como forma de vida para el encuentro con Dios. Hoy damos gracias a Dios por todas las personas de especial consagración que desde las diversas formas de vida y servicio son presencia del amor de Dios al mundo. Os invito a dar gracias a Dios por el don de la Vida Consagrada y en especial por los consagrados de nuestra diócesis, que Dios les ayude a vivir coherentemente la misión que les ha encomendado en la Iglesia y en el mundo propiciando el encuentro con Dios.
Por Miguel Ángel Angora Mazuecos, publicado en Con Vosotros de 28 de enero de 2018