Entre julio a octubre en varias Cáritas de nuestra diócesis se trabajó en la Campaña de Temporeros, con el lema «Unidos por un trabajo digno».
Con esta campaña Cáritas Diocesana de Ciudad Real ha vuelto a recordar la obligatoriedad de contratar con alta en la Seguridad Social, el pago de un salario según convenio, el procurar un alojamiento digno y evitar la subcontratación ilegal. Precisamente los abusos que más se dan.
Durante la campaña ha habido dispositivos de atención a temporeros con acogida y dando respuesta sus necesidades básicas. En el caso de Tomelloso se ofreció un albergue para pernoctar en colaboración con el ayuntamiento de la localidad. Además, se asesora a los trabajadores sobre sus derechos y los recursos existentes en cada localidad.
Este año, Cáritas de Tomelloso puso en marcha un servicio de orientación laboral dirigido a temporeros y agricultores, con el que «informó sobre los derechos y obligaciones a los temporeros; atender y asesorar las consultas laborales, promover y, en su caso, facilitar el acceso a una intermediación segura; orientar y promover acciones hacia la búsqueda activa de empleo, así como informar a las cooperativas, agricultores, empresas… de la bolsa de trabajo de temporeros por si precisaban contratar alguno». Este servicio permitió detectar casos de abusos y explotación laboral.
Cáritas no hace este trabajo en soledad, sino en colaboración con distintas entidades de las localidades, como los ayuntamientos, Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, CC.OO., UGT, ASAJA y UPA, ya que es el único modo de ir dando pasos en la consecución de unas condiciones dignas de trabajo.
La campaña en números
Este año 2017 desde Cáritas se atendieron 959 temporeros, casi datos similares a los del pasado año (972); de éstas sólo 51 eran españoles. Los otras 908 procedían de 17 nacionalidades diferentes, aunque en su mayoría de Rumanía, Marruecos y Bulgaria.
El número de ayudas aumentó con relación a los dos últimos años. En total, 9.939 ayudas repartidas en 2.509 servicios de comedor en las localidades de Tomelloso y Valdepeñas, 204 ayudas de alimentos, 4.593 de ropa y calzado, 98 ayudas económicas, 1.318 servicios de ducha, 177 ayudas en kit de higiene y aseo, 940 pernoctaciones en albergue, 85 mantas, 11 ayudas de transporte y 4 de farmacia.
Los problemas detectados
El trabajo de los temporeros no es un problema, sino el abuso y la falta de derechos que se da en muchos casos. Se han seguido detectando situaciones «con condiciones de habitabilidad deficiente, con hacinamiento, alquileres y realquileres abusivos, temporeros viviendo en naves abandonadas insalubres o, incluso, durmiendo en coches». Esta situación sigue agravándose año tras año, ya que «el convenio del campo en la provincia de Ciudad Real no exige que el empleador proporcione alojamiento, provocando situaciones absolutamente indignas», explican desde Cáritas.
Además, se observaron salarios por debajo del convenio, sobre todo cuando la contratación se hace a través de «comisionarios» que se quedan con parte del salario; trabajos sin contrato y sin alta en Seguridad Social; pago de hasta 5€ por desplazamiento al lugar de trabajo; trabajo sin descanso o altas en la Seguridad Social por el Régimen General C Jornadas Reales, donde el cómputo de días es inferior al trabajado (el hecho de cotizar las jornadas reales supone un inconveniente para poder renovar los permisos de residencia de los temporeros, así como la dificultad de acceso a prestaciones por desempleo).
En alguna de las localidades donde se ha desarrollado esta campaña se trabajó en coordinación con los Servicios Sociales municipales y con otras entidades locales, facilitando la intervención con los mismos, ofreciendo a los temporeros una serie de servicios y prestaciones lo más adaptadas posibles a su situación y realidad. Todo ello favoreció la optimización de los recursos.
En la campaña trabajaron 171 voluntarios y 23 colaboradores, sin los cuales no hubiera sido posible la ayuda.