El pasado 11 de noviembre se celebró, en el Seminario Diocesano, la Asamblea diocesana de Manos Unidas, con la participación de miembros y voluntarios.
La mañana comenzó con la eucaristía, que presidió el obispo, monseñor Gerardo Melgar. En ella, se refirió a la ONG como un «ejército de hombres y mujeres» que lucha contra el hambre en el mundo. El obispo subrayó que la realidad del hambre no se debe a que no haya suficientes alimentos, sino a la necesidad de «más personas comprometidas» que procuren un mejor reparto y luchen contra los problemas que provocan el hambre.
En la misma línea, monseñor Melgar invitó a miembros y voluntarios a seguir concienciando contra el hambre y sus causas; a luchar contra un sistema económico «que prima el beneficio y excluye y descarta a los débiles» y a ser responsables ante la lacra del hambre, que nos pide que nuestro estilo de vida «no solo no aumente la vulnerabilidad y la exclusión, sino que sea una lucha decidida por la solidaridad».
Tras la misa, todos los participantes se reunieron para comenzar el trabajo. En primer lugar, dos representantes del arciprestazgo Mancha Norte explicaron el Documento Base de la Campaña 2018, que servirá a todos los grupos de Manos Unidas de la diócesis para la campaña del próximo año.
Después, el grupo joven de la ONG en Ciudad Real explicó las actividades que llevaron a cabo el curso pasado, destinadas a la sensibilización, haciendo presente el mensaje de Manos Unidas en el Corpus de la capital y en mayo, con una cruz que situaron en la plaza de los Mercedarios.
Por su parte, un representante del arciprestazgo Mancha Este explicó la «Marcha solidaria al castillo de Peñarroya», una actividad de sensibilización que realizaron el pasado curso, ofreciendo su experiencia para otros arciprestazgos.
La jornada concluyó con la presentación de diversas informaciones, así como del informe económico y de actividades del año 2016.