El 16 de octubre, se celebra el Día Mundial de la Alimentación, y el 17 el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza; dos fechas esenciales en las Manos Unidas denuncia que el hambre en el mundo es la peor de las las expresiones de la pobreza.
Para Manos Unidas el hambre es una realidad compleja que tiene entre sus principales causas: la mercantilización de los alimentos, la insostenibilidad social y medioambiental de la producción a gran escala y la pérdida y el desperdicio de alimentos. Los conflictos bélicos y el cambio climático han provocado un incremento en la cifra de personas que padecen hambre en el mundo, dato que en ejercicios anteriores venía decreciendo.
En estas fechas la Organización denuncia que más de 2.200 millones de personas son pobres según el criterio de Pobreza Multidimensional que tiene en cuenta ingresos, gastos, sanidad, escolarización nutrición, electricidad, agua y saneamiento. Para Manos Unidas, el establecimiento de una «economía de exclusión» que provoca que millones de mujeres y hombres, niños y niñas no puedan disfrutar de una vida digna en un entorno feliz y saludable es inaceptable.
Como ejemplo del compromiso que la Organización tiene en la lucha contra el hambre, la pobreza y sus causas, Manos Unidas destina el 90,2 % de sus gastos a esos fines. Así, en 2016 destinó 47.620.623 €, un total de 39.829.082 € (el 85,1%) a la realización de 604 proyectos de cooperación al desarrollo y 2.494.545 € (el 5,1%) a actividades de sensibilización en España. El 9,8% restante se dedicó a la promoción y captación de recursos (2,8%) y a la administración y estructura (7%), que hacen posible el desempeño de la actividad de la Organización en su lucha contra el hambre desde hace casi sesenta años.