El pasado 14 de julio, un grupo de 116 peregrinos de la Delegación de Pastoral de Juventud llegó a Santiago de Compostela tras 5 jornadas de camino.
Los peregrinos entraron en la ciudad portando, como cada año, la Cruz de los Jóvenes, testigo de todas las peregrinaciones de la juventud de Ciudad Real desde el año 2012. Atrás quedaron varias jornadas de camino, convivencia y oración. En este sentido, el jueves antes de llegar a Compostela, el grupo celebró un acto penitencial durante tres horas, en el templo parroquial de Padrón, donde los jóvenes confesaron con los cuatro sacerdotes que les acompañaban y con el párroco de la localidad.
La noche del viernes, ya en Santiago, se reservó para la Vigilia, preparada en torno a la idea «Sal para ser sal», uniendo la experiencia del camino y la misión, sobre la que se ha reflexionado durante toda la peregrinación, recogiendo la experiencia de Abraham: «Sal de tu tierra».
Al día siguiente, los jóvenes hicieron todos los ritos propios de la meta del camino: abrazo al santo, visita al sepulcro y, por supuesto, la misa del peregrino. Tras disfrutar de la jornada en Santiago, los participantes regresaron a Ciudad Real el domingo, concluyendo el quinto camino preparado por la Delegación de Pastoral de Juventud.
Para José Felipe Fernández, delegado de Pastoral de Juventud de la Diócesis, el camino «ha sido otro momento importante para el curso de mucho jóvenes. Con los cinco caminos que se han organizado en los últimos años, más de 400 jóvenes han llegado a Santiago, y son normalmente habituales de la pastoral en las parroquias». Por este motivo, el sacerdote adelanta que «se trata de una experiencia a la que le quedan muchos años por delante».
Una anécdota que los participantes no olvidarán
Un momento curioso del camino, que quedará para siempre como anécdota, fue la petición de matrimonio de uno de los monitores a su novia, también voluntaria de la Delegación. Lo hizo al llegar a la plaza del Obradoiro, con un gaitero acompañándolos con su música, y los participantes en el camino como testigos. Tras años de noviazgo, y ayudando juntos en la Pastoral Juvenil, llegó un momento especial para los dos, que contraerán matrimonio el próximo año.