«Gracias Virgen del Prado por tu protección y ayuda»

«Gracias Virgen del Prado por tu protección y ayuda», dijo el obispo de la Diócesis, monseñor Gerardo Melgar, en la misa de acción de gracias en el L aniversario de la coronación canónica de la patrona de Ciudad Real.
 
En una catedral llena de fieles, con la Virgen en el paso en el que procesionará a partir de las 20,00 horas, el obispo insistió en la necesidad de agradecer a María su intercesión por la ciudad durante tantos años: «Gracias por tus desvelos de madre por todos nosotros y por cuantos en estos cincuenta años y antes de estos cincuenta años hemos acudido a ti, confiados en tu auxilio y ayuda, y nos hemos acogido a tu amparo y protección».
 
En numerosas ocasiones repitió monseñor Melgar la palabra «gracias», recordando, además, a todos los que han testimoniado su fe «públicamente, cada uno de los que han pasado cerca de ti, se han parado para rezarte precisamente en medio de una sociedad y mundo increyente y sin Dios». Su oración, continuó diciendo, «ha sido una oración confiada, poniéndola en tus manos, para que tú la lleves a tu hijo. Ha hecho preguntarse a otros por su fe o por qué esas personas se paraban ante tu imagen para darte gracias, pedirte perdón o poner en tus manos sus necesidades».
 
Después, el obispo llamó a los fieles a hacer una reflexión personal a los cincuenta años de la coronación de la Virgen, sobre si la devoción ha crecido y cómo se vive la vida cristiana. Sobre esto, afirmó que «hoy sigue teniendo sentido mirar a María, la Virgen, para conocerla, para conocer su vida, sus virtudes y sus respuestas, para imitarla en nuestra vida porque ella es siempre el modelo más auténtico de ser humano que ajusta su vida a los planes de Dios».
 
Para concluir sus palabras, el obispo puso «ante nuestra Señora la Virgen del Prado las necesidades de todos los habitantes de nuestra ciudad, de sus familias, de los enfermos, de los pobres y los necesitados de ayuda, de los que no creen o han perdido la fe, de cuantos necesitamos hacer más viva nuestra fe y de imitarle mejor en nuestra vida para que ella sea la intercesora de todos nosotros ante su Hijo. Con las mismas palabras de san Bernardo, le decimos hoy que recordamos su coronación hace cincuenta años: Oh Madre de Dios, no desechéis las súplicas que te dirigimos como hijos tuyos, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente».
 
En la celebración, acompañaron al obispo varios sacerdotes y el Cabildo. Además, la Coral Polifónica de Ciudad Real ayudó a la oración durante la Eucaristía.