Este 13 de mayo se celebra el Día Mundial del Comercio Justo, y Cáritas, que es miembro activo de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, se suma a las celebraciones que se convocan en más de 50 países.
El lema elegido este año es «Somos rebeldes con causa. Somos Comercio Justo, ¿y tú?», encabezando una campaña que busca herramientas eficientes para erradicar las injusticias sociales.
Acabar con una realidad injusta
El Día Mundial de Comercio Justo se celebra para denunciar un sistema donde un 1% de la población posee más de la mitad de la riqueza global, mientras que el 80 % apenas alcanza el 6 %. Como recuerdan los responsables de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, «acabar con esta realidad es posible si se adoptan las medidas necesarias».
Para ello, en esta jornada las organizaciones de Comercio Justo hacen un llamamiento a la sociedad a rebelarse contra la desigualdad y reivindicar una alternativa comercial que contribuye de manera decisiva a la justicia global y al logro de la Agenda 2030 aprobada por la Asamblea General de las naciones Unidas. Bajo el lema «Transformar nuestro mundo», esta nueva agenda internacional desgrana los objetivos de la comunidad internacional para el periodo 2016-2030, buscando erradicar la pobreza y favorecer un desarrollo sostenible e igualitario a través de los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El Comercio Justo, a través de sus 10 principios fundamentales que todas las organizaciones deben cumplir, contribuye de manera clara a conseguir las metas fijadas en Agenda 2030 y, por tanto, al desarrollo de los pueblos y la protección del medio ambiente.
A pesar de la disminución de los índices de pobreza y de acuerdo a los datos aportados por la Coordinadora Estatal, a fecha de hoy 836 millones de personas no tienen cubiertas sus necesidades básicas de nutrición, vivienda, agua, educación o sanidad (Informe del PNUD 2015).
La apuesta por el Comercio Justo en Cáritas
La opción por el Comercio Justo de Cáritas es –junto a la promoción del empleo inclusivo, las empresas de economía social, las finanzas éticas y la colaboración empresarial—uno de los ejes en los que se apoya la apuesta de la Confederación en España por un modelo de economía solidaria que pone a la persona en el centro, al servicio de los derechos humanos y que da prioridad al cuidado de la Creación, en coherencia con el magisterio del papa Francisco en la encíclica Laudato Sí´.
Favorecer las relaciones éticas y equitativas que respeten los derechos de las personas a lo largo de toda la cadena de producción, distribución y comercialización es el objetivo del compromiso de Cáritas en este ámbito, que se lleva a cabo a través de la Red Interdiocesana de Comercio Justo (RICJ). Integrada por 28 Cáritas Diocesanas, esta Red cuenta con 30 tiendas y 47 puntos de venta en toda España.
Cáritas Española trabaja con cooperativas artesanales de Bangladesh, Palestina y Mauritania. Cuando sus productos llegan a las tiendas de la Red, es posible visibilizar a las personas y procesos que hay detrás de cada artículo que se consume y el papel del Comercio Justo en la construcción de un mundo fraterno y solidario. A través del acompañamiento a las Cáritas nacionales en los países del sur, se fortalece la producción local y las relaciones directas norte-sur.
Las tiendas y puntos de venta actúan también como centros de información sobre el origen de los productos y las prácticas injustas del comercio, de movilización en campañas de incidencia y de punto de encuentro de consumidores responsables. En muchas de las tiendas de la Red, el Comercio Justo comparte espacio con productos artesanos, reciclados y sostenibles procedentes de la economía social.
Aunque la principal actividad de la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas es la sensibilización y la transformación para un consumo más responsable, en 2016 adquirió productos a importadoras de comercio justo y artesanías a proyectos de Cáritas Bangladesh, Palestina y Mauritania por un importe total de 388.766 euros. Las ventas de la Red ascendieron a 509.933 euros.