La obra pictórica que presentamos para este mes de abril está fechada en 1625, es de Damián Sánchez Cotán, y pertenece a la Parroquia de Santa María la Mayor de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Se trata de un óleo sobre lienzo, de 103,5 x 82 cm., cuyo tema iconográfico es “La Piedad”.
El acontecimiento no corresponde a un momento descrito por las Sagradas Escrituras, pero es uno de los instantes más sobrecogedores de la Pasión y Muerte de Jesucristo, reforzándose así la idea de María, como Madre y de Jesucristo, como hombre que murió por nosotros.
La representación de la Virgen con Cristo muerto en su regazo, “La Piedad” nace en los conventos femeninos del valle del Rhin que en italiano se llama Pietá y en alemán Vesperbild “imagen vísperal”, ya que hace referencia a la hora de Vísperas, en el Viernes Santo, cuando María recibe en su regazo el cuerpo de Cristo descendido de la Cruz.
El tema de la Piedad gozó de gran popularidad durante el Barroco por su perfecta adaptación a las normas emanadas del Concilio de Trento encaminadas a mover a la devoción y despertar la piedad entre los fieles. Siendo una de las iconografías pasionarias que goza de más fervor entre los cristianos.
El pintor, nos muestra una visión sobrecogedora de la Virgen con Cristo muerto en su regazo que acompañada de la Magdalena y San Juan completan la escena y ocupan la mayor parte de la composición.
La imagen de María, viste manto negro y toca que le cubre la cabeza y cuyo rostro amorosamente aproxima al rostro cadavérico de Cristo; está sentada a los pies de la cruz donde acoge con gran dolor, manifestado en la expresión de su rostro y la mano que toma el brazo inerte de Jesús, el cuerpo sin vida de su Hijo.
María Magdalena, de rodillas, con claras muestras de dolor en el rostro, de larga cabellera pelirroja caída sobre sus hombros, acaricia con gran delicadeza la mano del yacente, que junto a la de María conforman una disposición de belleza y exquisita expresividad que completan ese dramatismo latente. A la derecha, San Juan vestido con túnica morada y cubierto con manto de color rojo, que es el símbolo del martirio. El dolor, y la pena está reflejada en su rostro, en medio de una enorme serenidad. Una escena de paisaje sirve de fondo a la composición.
El Autor
Damián Sánchez Cotán, toledano, sobrino de fray Juan Sánchez Cotán y hermano del escultor Alonso.
Su obra muestra una clara influencia de Morales y en este cuadro encontramos ecos de su manierismo; (aunque en la corte está asentado Velázquez y en Valencia campea el arte de Ribalta, en el ambiente manchego continúan los modelos piadosos de la vieja tradición flamenca).
El Mensaje
Al pie de la cruz, María junto con Juan, el discípulo del amor, es testigo de las palabras de perdón que salen de la boca de Jesús. El perdón supremo ofrecido a quien lo ha crucificado nos muestra hasta dónde puede llegar la misericordia de Dios. María atestigua que la misericordia del Hijo de Dios no conoce límites y alcanza a todos sin excluir a ninguno. (Papa Francisco “Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia”).
Por Ana María Fernández Rivero