El obispo de Ciudad Real, don Abilio Martínez Varea, ha mantenido esta mañana un encuentro navideño con los medios de comunicación de la provincia, en el que ha felicitado la Navidad a los profesionales de la prensa y ha compartido algunas claves para vivir este tiempo, abordando, además, algunos asuntos de actualidad diocesana. Tras el encuentro, tuvo lugar un café informal con los periodistas.
En sus primeras palabras, el obispo agradeció la presencia de los medios en unos días especialmente cargados de convocatorias informativas y les deseó una «feliz Navidad», subrayando que no se trate solo de una expresión protocolaria, sino de un tiempo real de descanso también para quienes trabajan en prensa.
Don Abilio recordó que la Navidad es ante todo un tiempo de fe en el que no debe olvidarse lo que se celebra: «El acontecimiento de Dios que entra en la historia y se hace hombre». Al mismo tiempo, señaló que también para quienes no se declaran creyentes son días valiosos, marcados por el encuentro familiar, el descanso y una tradición cultural que hunde sus raíces en el cristianismo.
En este sentido, destacó el ambiente navideño que se vive estos días en Ciudad Real, especialmente a través de los belenes. Subrayó que la ciudad es «muy de belenes» y que la ruta organizada por distintas instituciones y colectivos aporta vida y dinamismo a la capital. También llamó la atención sobre la gran afluencia de personas en las calles durante estas fechas, algo que valoró de forma muy positiva para la ciudad.
Uno de los temas que subrayó el obispo fue la esperanza, una virtud que invitó a vivir de manera especial en esta Navidad. Recordó que la Iglesia está concluyendo el Año Jubilar de la Esperanza, convocado por el Papa Francisco, que en la diócesis se cerrará el próximo domingo, 28 de diciembre, con una celebración a las 18:00 horas en la Catedral de Ciudad Real, a la que están convocadas todas las parroquias.
El obispo reflexionó sobre la aparente paradoja de una sociedad que, teniendo más bienes materiales que nunca, muestra a menudo bajos niveles de satisfacción personal y social. En este contexto, subrayó que no basta con «tener cosas», sino que es necesario llenar el corazón de valores más profundos y, para los creyentes, de Dios.
Junto a la esperanza, don Abilio insistió en la sensibilidad ante el sufrimiento, que no debe limitarse solo a las carencias materiales. Mencionó expresamente situaciones como la enfermedad, que supone una gran pobreza cuando se pierde la salud, y la soledad no deseada que viven muchos mayores. Invitó a ampliar la mirada y a reconocer las múltiples formas de necesidad presentes en la sociedad.
En relación con el Año Jubilar, recordó que, además de las celebraciones litúrgicas, se ha querido dar un marcado carácter solidario, traduciendo la esperanza en «signos de esperanza». En este marco, explicó que se está creando una bolsa económica que se destinará al programa de lucha contra la trata de personas impulsado por la Conferencia Episcopal Española y a Cáritas Diocesana de Ciudad Real.
Durante el encuentro, el obispo también adelantó la próxima celebración del 150 aniversario de la creación del Priorato de las Órdenes Militares, origen de la actual diócesis de Ciudad Real, erigido en 1875. Señaló que se trata de un acontecimiento histórico de gran relevancia y que se prevé conmemorarlo a lo largo del próximo año.
Finalmente, don Abilio destacó la vitalidad de la diócesis, apoyándose en datos objetivos como el elevado porcentaje de contribuyentes que marcan la X de la Iglesia en la provincia, el número de jóvenes que reciben el sacramento de la Confirmación tras un proceso formativo exigente, la extensa red de pastoral familiar y la intensa actividad de Cáritas. Subrayó también como signo de esperanza la existencia de 19 seminaristas mayores este curso.
El encuentro concluyó con un diálogo con los periodistas, en el que el obispo respondió a diversas preguntas sobre la vida de la Iglesia y la actualidad social.