Tomelloso acogió el encuentro jubilar de jóvenes

El pasado 15 de marzo se celebró en Tomelloso el encuentro jubilar para adolescentes y jóvenes con trescientos participantes.

Se trata de uno de los encuentros jubilares programados en la diócesis para el Jubileo. Junto al de jóvenes, habrá una peregrinación para familias y otra para los «colectivos de esperanza».

La peregrinación de los jóvenes y los adolescentes comenzó en el Santuario de la Virgen de las Viñas de Tomelloso. Allí, después de la oración, los participantes salieron caminando hacia Tomelloso, donde se dividieron en dos grupos para el trabajo de la mañana, en torno a la figura del venerable Ismael de Tomelloso.

Por un lado, los adolescentes fueron al hospital, recordando que fue en un hospital donde el joven Ismael tuvo una experiencia de silencio, soledad y entrega a Dios. Allí escucharon varios testimonios, que terminaron en el colegio José María del Moral con un taller vocacional preparado por la delegación de juventud de la diócesis de Ávila.

Por otro lado, los jóvenes llegaron caminando a la casa parroquial de La Asunción de Tomelloso. Allí, después de una oración que recordaba la vida de Ismael de Tomelloso, participaron en talleres sobre la vida de Ismael que estaban encaminados a profundizar en su vivencia del silencio. El sacerdote Jaime Quiralte, que participó en la preparación de los talleres, explica que intentaron recorrer «cuatro aspectos de la vida de Ismael: sus amigos, su manera de ser, las cosas que no puede cambiar —la guerra—, y la oración». Se trató de «cuatro aspectos que pueden calar en cada uno de nosotros. No se trata de ir consumiendo experiencias, sino de cómo usar el silencio para poder profundizar en el interior».

Después de la comida, todos los jóvenes se dirigieron al templo de Los Ángeles de Tomelloso, donde participaron en un «espectáculo de evangelización». A continuación, el grupo fue al templo de La Asunción —donde está inhumado Ismael de Tomelloso— para celebrar la eucaristía, que presidió el obispo, don Gerardo Melgar.

Don Gerardo se dirigió a los jóvenes proponiéndoles el ejemplo de vida de Ismael Molinero —Ismael de Tomelloso—, «a quien tenemos como nuestro intercesor, como modelo de vida a quien imitar, como ejemplo y modelo de joven cumplidor del auténtico proyecto de Dios», dijo.
 

«Un testimonio de paz y de amistad en medio de un contexto muy violento y agrio, como era la Guerra Civil, en la cual él vivió y murió. Todo lo vivió desde Cristo y para Cristo, y es un verdadero espejo en el que mirarse y en el que mirarnos»


En este mismo sentido, presentó a Ismael como «un testimonio de paz y de amistad en medio de un contexto muy violento y agrio, como era la Guerra Civil, en la cual él vivió y murió. Todo lo vivió desde Cristo y para Cristo, y es un verdadero espejo en el que mirarse y en el que mirarnos».

Además, ahora que es venerable, don Gerardo Melgar invitó a los jóvenes a tener a Ismael como intercesor: «Él debe ser para todos un verdadero modelo de respuesta y de valoración de Dios en nuestra vida. En él encontramos un gran intercesor por nosotros, porque podremos pedirle su intercesión para cualquier cosa que necesitemos y que Dios nos quiera conceder».

A continuación, el obispo recorrió la biografía del joven Ismael, subrayando sus palabras en el hospital cuando iba a morir: «Si muero, seré totalmente de Dios en el cielo, y si no muero, quiero ser sacerdote».

«Los santos no están en una peana para que los admiremos solo, sino que su modelo y su manera de vivir tienen que suscitar en nosotros las ganas y el estímulo para que creamos de verdad en el Señor», explicó, poniendo el ejemplo de Ismael, en proceso de beatificación, para que los jóvenes sientan que «todos estamos llamados a la santidad». Como Ismael, «nosotros tenemos la oportunidad de dar testimonio hoy, en medio de un mundo como el que estamos viviendo, que es un mundo donde Dios parece que no es valorado, donde la fe, incluso entre nosotros, no siempre tiene la importancia que debería tener».

«Vamos a pedir hoy, queridos jóvenes, al Señor, por intercesión de Ismael, que nos ayude a todos y cada uno de los que hoy dirigimos nuestra mirada a él y a su vida, y que nos ayude a vivir y a valorar a Dios en la nuestra, como él lo hizo en la suya, y a descubrir, conocer y cumplir el plan que Dios tenga sobre cada uno de nosotros», concluyó.
 

«Vamos a pedir hoy, queridos jóvenes, al Señor, por intercesión de Ismael, que nos ayude a todos y cada uno de los que hoy dirigimos nuestra mirada a él y a su vida, y que nos ayude a vivir y a valorar a Dios en la nuestra»


Después de la homilía, en el ofertorio, los jóvenes entregaron al obispo, además del pan y el vino, una guitarra, muestra de la alegría de Ismael y de su vida de amistad; un banderín de la Acción Católica, donde Ismael Molinero vivió su fe y su entrega, y una imagen de santa Teresa de Jesús Jornet, fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, que dirigen la residencia de ancianos donde Ismael iba a hacer voluntariado.

Al final de la misa, el obispo entregó un diploma a cada uno de los pueblos que participaron en el encuentro jubilar.

El delegado de Pastoral de Juventud, Marcos Sevilla, explicó que con este encuentro la delegación comienza actividades, no solo con jóvenes en edad universitaria o en los últimos años de instituto, sino con adolescentes. De este modo, en los próximos años se programarán actividades específicas para los más jóvenes.