El 22 de diciembre se celebró en la parroquia de Bolaños de Calatrava la Fiesta de las Posadas y la Luz de la Paz de Belén.
Se trata de un auto sacramental de Adviento que se lleva celebrando en la localidad desde hace unos años. El objetivo es «anunciar que el Señor viene a visitar tu casa y solo entrará si le das posada», explican desde la parroquia.
La actividad comenzó en la ermita del patrón, donde se representaba la casa de las parteras y la salida de la caravana de peregrinos nazarenos hacia Belén. En el itinerario, María y José, a lomos de una barroquilla, fueron parando en cada una de las siete posadas. En la puerta de cada uno de estos alojamientos se colocó una cartela en la que aparecían las diferentes obras de misericordia. Además, el coro entonaba el villancico de las Posadas, en el que se canta la petición de posada por parte de la Sagrada Familia y la negativa de los posaderos a recibirla, ante lo que María y José les instan a practicar las obras de misericordia.
En toda la representación aparecen «alegorías de los siete pecados capitales y sacramentos. Cuando José llama a la puerta y el posadero abre, sale corriendo desde dentro hacia la calle uno de los pecados capitales, llevándose consigo un recipiente lleno de dulces, que representa la gracia perdida. Sin embargo, José al entregar al posadero la luz de la paz de Belén, de manos de uno de los sacramentos, restaura en la casa la gracia arrebatada por el pecado».
Al final del auto sacramental, cuando la comitiva de peregrinos llegó a la plaza de España, se teatralizó el pasaje del Apocalipsis en el que el dragón persigue a la mujer que había tenido a su hijo. Este año, la parroquia quiso recordar a los afectados por la gota fría de Valencia. Por esto, «los niños y jóvenes de la parroquia representaron el poderío del mal que tuvo lugar en la Dana y la acción de Dios a través de la entrega y generosidad de tantos voluntarios que ayudaron a limpiar y socorrer a las víctimas».
Terminado el teatro, se rompió la piñata de siete picos, «que representa el mal, que una vez destruido, derrama la salvación al alma». El acto finalizó en la iglesia con la representación del nacimiento de Jesús, el milagro de Salomé, que aparece en el Protoevangelio apócrifo de Santiago, el pregón de Adviento y Navidad y, por último, el reparto de la luz de la Paz de Belén.
Después, todo el pueblo y la gente que vino a Bolaños disfrutó de una chocolatada y la zambombá del coro rociero Virgen del Monte.