La diócesis de Ciudad Real celebra la apertura del Jubileo 2025

Todas las catedrales del mundo han inaugurado el Jubileo 2025 en las diócesis. La misa de inicio del Año Jubilar en la diócesis de Ciudad Real tuvo lugar la tarde de este domingo 29 de diciembre, día de la Sagrada Familia, en la catedral de Santa María del Prado.

El rito de apertura del Año Jubilar se inició en el templo de San Pedro de la capital, desde donde más de 1300 fieles, junto a la mayor parte del clero de la diócesis, peregrinaron a la catedral. Una talla de Cristo crucificado abría el cortejo, seguido por el obispo, don Gerardo Melgar; el presbiterio diocesano, sacerdotes religiosos, seminaristas, religiosas y fieles de parroquias de toda la diócesis.

Al llegar a la puerta del Prado de la catedral, el obispo mostró el crucificado a toda la comunidad, diciendo: «Salve, cruz de Cristo, única esperanza». A lo que todo el pueblo respondió: «En ti, Señor, confié, no me veré defraudado para siempre». Después, el crucificado se dispuso en el presbiterio, al lado del altar, donde permanecerá todo el Año Jubilar.

En la homilía, don Gerardo comenzó recordando la apertura del Año Jubilar en Roma, el pasado 24 de diciembre, donde el papa Francisco abrió la Puerta Santa de la basílica de San Pedro en el Vaticano. Subrayó el deseo del Santo Padre sobre la inauguración del Jubileo el 29 de diciembre en el resto de diócesis del mundo, como expresión de comunión de toda la Iglesia.
 

«Que la vivencia de la gracia del Jubileo de este año 2025 nos ayude a tomar conciencia de que estamos necesitados de Dios y de nuestra esperanza en Él»


Después, don Gerardo relató los objetivos del Jubileo: lograr «una verdadera conversión, la revitalización en la vida de los fieles del encuentro con Cristo, la vivencia de la misericordia de Dios por medio del sacramento de la reconciliación y el compromiso social para hacer un mundo mejor». Para beneficiarse de la gracia jubilar, recordó, hay que visitar «uno de los lugares jubilares, recibir el sacramento del perdón y de la eucaristía, rezar por las intenciones del Papa y por la paz y hacer alguna obra de caridad o misericordia». Aquellos que enfermos, ancianos y personas que no puedan salir de casa, «podrán ganar la gracia de este Jubileo confesando y comulgando y rezando por la paz del mundo y las intenciones de Papa con el rezo del Credo o del Padrenuestro».

Todo esto, recordó don Gerardo, está ordenado a lograr «el encuentro transformador con Cristo». Se trata de «un perdón general, una indulgencia abierta a todos, la posibilidad de renovar la relación con Dios y con el prójimo. Por eso, el Año Santo es siempre una oportunidad de profundizar en la fe y vivir con un compromiso renovado».

La esperanza es la virtud que el papa Francisco ha propuesto para que se profundice en el Jubileo, «una esperanza que dé sentido auténtico a nuestra fe y nos ayude a encontrar sentido auténtico a la vida», dijo el obispo, que lamentó que el último cambio de época haya originado vidas desesperanzadas, con una pérdida de valores humanos y cristianos. Apuntó algunas causas, como la deficitaria transmisión de la fe, que ya no se produce de manera natural en la familia y la poca relevancia social de la fe. En este contexto, «la celebración del Año Jubilar 2025 quiere ser una ayuda a restablecer y recuperar el clima de esperanza como signo de un nuevo renacer que todos percibimos como algo urgente», dijo.

«Que la vivencia de la gracia del Jubileo de este año 2025 nos ayude a tomar conciencia de que estamos necesitados de Dios y de nuestra esperanza en Él. Él sale a nuestro encuentro y quiere encontrarse con cada uno de nosotros para reanimar nuestra esperanza o reavivarla […]. Que produzca en nosotros una verdadera conversión y acercamiento a Dios y a los hermanos desde la vivencia de nuestra fe y el compromiso de luchar por un mundo mejor, recuperando los valores perdidos, actualizando nuestra fe y siendo así testigos de Cristo en el mundo y testimonio de vida para cuantos nos ven vivir y actuar», concluyó.

Cinco sedes jubilares en la diócesis
 
Con el decreto del obispo del pasado 17 de diciembre, se establecieron en nuestra diócesis cuatro sedes jubilares, además de la catedral:

Santa lglesia Prioral Basílica Catedral Santa María del Prado de Ciudad Real. que celebrará la eucaristía jubilar cada primer domingo de mes a las 12:00 horas.
Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Valdepeñas, que celebrará la eucaristía jubilar cada segundo domingo de mes a las 12:30 horas.
Parroquia de Santa María de Alcázar de San Juan, que celebrará la eucaristía jubilar cada tercer domingo de mes a las 12:00 horas.
Parroquia de la Asunción de Puertollano, que celebrará la eucaristía jubilar cada tercer domingo de mes a las 12:00 horas.
Parroquia Santa María Magdalena de Malagón, que celebrará la eucaristía jubilar cada cuarto domingo de mes a las 12:30 horas.