Entre el 3 y el 10 de agosto, un grupo de cuarenta y nueve personas de nuestra diócesis han peregrinado a Polonia.
«Tras los pasos de San Juan Pablo II» han visitado, compartido la eucaristía, rezado, en los lugares emblemáticos de la vida de san Juan Pablo II. El primer lugar de peregrinación fue Cracovia, el corazón de Polonia. Es una de las ciudades más antiguas.
Al día siguiente, acogió a los peregrinos el santuario de la Divina misericordia. El Santuario está compuesto por el Convento (en el que vivió y murió la Santa Faustina Kowalska), la basílica y la capilla, en la que se encuentra la tumba con las reliquias de Santa Faustina y el famoso cuadro de Jesús Misericordioso “Jesús, en ti confío” pintado según la visión de la santa polaca. Por la tarde, visitaron el lugar y el pueblo donde nació y vivió san Juan Pablo II: Wadovice. Allí nació el 18 de mayo de 1920 y allí fue bautizado, en su iglesia parroquial el 20 de junio de 1920.
El tercer día fue el lugar del dolor y de la muerte, porque la peregrinación fue hasta el campo de concentración Auschwitz/Birkenau. Es allí donde la fe, igual que en la cruz, se queda en silencio contemplando el dolor que muchas veces traspasa nuestras vidas, pero sin dejar de confiar en Dios.
También fue destino de la peregrinación el Santuario de la «Madonna negra»: el santuario de Czestochowa. Por último, en el último día, Varsovia que fue totalmente destruida en la II Guerra Mundial y que en los años subsiguientes fue reconstruida con gran esfuerzo por parte del pueblo polaco.
«La experiencia ha sido muy positiva y enriquecedora, especialmente a nivel espiritual».