Setenta y dos matrimonios con ganas de vivir su fe y su matrimonio con identidad cristiana, participaron el domingo 12 de marzo en el Seminario Diocesano, en la segunda convivencia para matrimonios que impartió el obispo.
Setenta y dos matrimonios de los arciprestazgos de Mancha-Este, principalmente de La Solana y Tomelloso; y de Mancha-Norte, sobre todo de las parroquias de Santa María, de Alcázar de San Juan, Campo de Criptana, Herencia, y algunos matrimonios más de otras parroquias, llenaron el salón de actos, los comedores y la capilla mayor del Seminario Diocesano, participando en la convivencia para matrimonios, que tuvo lugar el 12 de marzo, elaborada, animada y realizada por el obispo de nuestra diócesis, don Gerardo Melgar, desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde.
El ambiente fue impresionante. Todos venían con muchas ganas y, de hecho, entraron desde el principio en el espíritu de la convivencia, que consistía fundamentalmente en la revisión de su fe personal, conyugal y familiar, por la mañana; y la revisión de la identidad cristiana del matrimonio y de la familia por la tarde.
Terminó, como estaba programado, con la celebración de la eucaristía, en la que participaron también los niños de los matrimonios participantes, unos sesenta niños, que habían sido cuidados por los voluntarios de Jóvenes del Tiempo Libre y la Delegación de Familia y Vida, mientras sus padres aprovechaban todo lo que la convivencia les brindaba. Resultó una comunidad de unas 200 personas que participaron en la misa en la capilla mayor del Seminario Diocesano
Los matrimonios se despedían llenos de alegría por todo lo que habían vivido, y agradeciendo al obispo que les hubiera ayudado a conseguir lo que las convivencias tienen como objetivo: encontrar en ellas una inyección de ánimo, de ganas y de ilusión para la vivencia de su fe, y de hacer de su familia un lugar prioritario de experiencia cristiana para ellos y para sus hijos, así como la revisión de su matrimonio y la vivencia cristiana del mismo, como algo que necesitaban y habían encontrado en esta convivencia.
Ha sido la segunda convivencia para matrimonios que el obispo diocesano ha dirigido en estos domingos de Cuaresma y queda una última para el domingo 26 de marzo. Animamos a todos aquellos matrimonios que no hayan podido participar en las dos anteriores, que aprovechen la ocasión de hacerlo en esta última que tendrá lugar el 26 de marzo en el Seminario Diocesano. Seguro que van a terminar como lo han hecho los matrimonios que participaron en las dos anteriores, con mucha alegría y satisfacción de haber participado. Solo tienen que apuntarse a través de la parroquia a la que pertenecen.