El pasado 25 de junio tuvo lugar el Encuentro Diocesano de Familias en el santuario de Nuestra Señora de Las Cruces en Daimiel. Fue una actividad en respuesta a la petición del Papa Francisco para que en cada diócesis del mundo se celebrara el X Encuentro Mundial de Familias que simultáneamente se celebraba en Roma.
La jornada comenzó por la mañana con una oración en la capilla del convento de los Padres Pasionistas de Daimiel, tras la que dio inicio una peregrinación en la que participaron decenas de familias que recorrieron los once kilómetros que separan Daimiel del Santuario de Nuestra Señora de las Cruces.
Los peregrinos llegaron hacia media mañana al santuario, donde los esperaban numerosas familias que ya se habían acercado. Todos accedieron a la ermita donde, tras la bienvenida, se expuso el Santísimo que continuó expuesto durante toda la jornada, y ante el que rezaron todas las familias participantes. Muchas de ellas tuvieron la posibilidad de confesar con los sacerdotes que acompañaron en el encuentro. Por su parte, los niños y adolescentes participaron en juegos y actividades dirigidas por monitores de la pastoral universitaria y jóvenes de las parroquias de Daimiel.
Durante la mañana, los participantes se informaron de las actividades desarrolladas por distintas realidades familiares diocesanas, como el Centro de Orientación Familiar (COF), Caritas, Manos Unidas, Familias San Juan de Ávila, Equipos de Nuestra señora, Encuentro Matrimonial, Proyecto Amor Conyugal; los programas de educación afectivo-sexual para adolescentes y jóvenes Teen Star, y Aprendamos a Amar. Durante la mañana también disfrutaron de un concierto de Hakuna.
Tras la comida, las familias participantes pudieron trabajar en el documento Nuevos Frutos, resumen del Congreso de Laicos presentado por la delegación de Apostolado Seglar.
A continuación, se escucharon testimonios de un matrimonio de abuelos, una virgen consagrada y un matrimonio joven, con un eje común sobre la llamada a la santidad.
La jornada terminó con la eucaristía presidida por el obispo, don Gerardo Melgar, que en su homilía hizo referencia a los testimonios como ejemplos de una vida ligada a fe. Asimismo, recordó la importancia de la familia en la Iglesia y la necesidad de su presencia activa en toda la sociedad.
Asistieron 55 familias inscritas de toda la diócesis. En total, unos 200 participantes de los cuales una cuarta parte fueron niños de todas las edades. Por la tarde se sumaron algunas familias más para participar de la eucaristía