Este martes, 8 de noviembre, se ha celebrado el encuentro diocesano de Vida Ascendente en la parroquia de San Pablo de Ciudad Real, con la presencia de monseñor Gerardo Melgar, obispo de Ciudad Real; el consiliario, Juan Castañeda y Álvaro Medina del Campo, presidente nacional del movimiento.
El obispo, tras presidir la Eucaristía, se ha dirigido a los participantes para hablarles de «La acción educadora y evangelizadora de los abuelos en la familia». Especialmente, ha hecho hincapié en la gran experiencia de vida y de fe que pueden transmitir a la familia: «El mundo entero, la sociedad actual y vuestras propias familias necesitan que sigáis siendo testigos de la fe en esos ambientes». En todo momento, la Iglesia sigue contando con los más mayores de la comunidad, no solo para acompañarles, sino para recibir la gran experiencia que poseen.
En particular, es importante la transmisión de la fe desde los más mayores a los más pequeños en la familia: «Va a ser algo que no se les va a olvidar y, tal vez, lo único que reciban de educación en la fe». De este modo, «vuestro testimonio de fe va a ser la mejor herencia que podéis dejar a vuestros hijos y a vuestros nietos».
Tras las palabras del obispo, el consiliario en nuestra Diócesis ha presentado a los distintos grupos de participantes, de toda la provincia, dando paso al presidente nacional. Álvaro Medina del Campo ha explicado a los asistentes sus primeras experiencias y proyectos en el ámbito del movimiento de vida apostólica entre los mayores.
Antes de la comida, se han presentado acciones de algunos de los pueblos con presencia del movimiento, dando paso después a las propuestas de futuro y las conclusiones del encuentro.
Vida Ascendente
Vida Ascendente, el Movimiento de la Iglesia para los Mayores cuenta ya en nuestra Diócesis con más de medio millar de miembros, integrados intensamente en la pastoral diocesana y parroquial. Ciudad Real fue la primera Diócesis de España que los inició.