El pasado lunes 18 de octubre, Regnum Christi entregó en la Universidad Francisco de Vitoria los galardones Alter Christus con los que reconoce la entrega y contribución de los sacerdotes a las personas y a la sociedad.
Entre los premiados se encontraba el sacerdote diocesano Lorenzo Trujillo, actual párroco de San Pedro en Ciudad Real y rector del Seminario durante treinta años. Para él fue el galardón de Atención al Clero y a la Vida Consagrada por su labor para la formación sacerdotal al frente del seminario durante tantos años, un trabajo que continúa como profesor y en el acompañamiento a sacerdotes.
En sus palabras durante el acto de entrega del premio se mostró agradecido en nombre de «todos aquellos que actualmente conducen los seminarios y llevan a cabo la formación y el discernimiento». «Es un peso grande: recemos por todos aquellos que llevan ahora esta carga», pidió. Sintetizó una clave del mundo que les tocará vivir a los jóvenes y seminaristas: «Esta es otra época, ellos van a tener que afrontar el hundimiento de la cristiandad y la emergencia del cristianismo. La Nueva Evangelización necesita nuevos evangelizadores. Espero que el Espíritu Santo nos lo haga ver y nos dé el valor de dejar lo que haya de dejar y tomar lo que haya que tomar», explicó.
Además, pidió una oración por los curas mayores, para que plenifiquen su vida: «Rezad por los curas viejos, porque parece que los partidos se ganan o pierden en los últimos minutos. Que en los últimos minutos no estropeemos el partido, porque en todo momento de la vida podemos estropearla y también plenificarla», comentó.
Los otros galardonados
Además de Trujillo, esta VIII edición de los premios Alter Chirstus ha galardonado a Jorge de Dompablo, por su dedicación pastoral en las periferias de los tóxicodependientes e inmigrantes en Madrid; a Julio Segurado, por su atención a las familias en su parroquia de San Pedro Poveda, en Jaén; a Joaquín Hernández, párroco de San Clemente Romano, en Madrid, por su tarea pastoral en las redes sociales. El galardón especialmente dedicado al servicio de los sacerdotes durante la pandemia se le ha otorgó a Benito Rodríguez, capellán del hospital Álvaro Cunqueiro, de Vigo.