La XXI Marcha de Adviento se celebró este sábado 28 de noviembre a través de internet, con grupos de jóvenes reunidos en varias parroquias de la Diócesis.
Esta fue la modalidad elegida por la Delegación de Pastoral de Juventud de la Diócesis que no quiso dejar de celebrar la actividad más emblemática que lleva a cabo a lo largo del año.
Con más de trescientos jóvenes inscritos, la marcha comenzó en la tarde del sábado con la oración y la intervención del sacerdote Juan Serna Cruz que, en directo, explicó a través de Youtube el sentido del Adviento a los jóvenes.
[En este enlace puedes ver el inicio de la marcha con la intervención de Juan Serna]
El sacerdote se basó en el texto del Evangelio de Juan, capítulo 6, versículos del 16 al 21 (Jn 6, 16-21), ayudando a los participantes en la marcha a «contemplar» este momento del evangelio. Subrayó el hecho de que «Jesús viene», poderoso, majestuoso, radiante, por encima de las dificultades. Y viene, imaginó, a «unos apóstoles que lo echaban de menos», que no estaban con él en ese momento. Este «echar de menos» a Jesús es, tal y como explicó, una manera de esperar la venida del Señor.
Juan Serna animó a los jóvenes a vivir «echando de menos a Jesús» como una actitud continua, deseando que Él venga. De este modo, y de manera concreta y total, se vive al modo del Adviento, esperando.
«No salva quedarse estáticos, volver a lo de antes, anhelar lo que nos parece que en otro tiempo funcionaba. La identidad precede de nuestra fortaleza en la unidad, reconocerse en el mismo esfuerzo, en la misma barca»
En segundo lugar, habló del «momento» que describe el Evangelio, con un mar encrespado, con dificultades, pero en el que «los apóstoles preparan la venida del Señor permaneciendo unidos». Esta actividad en la unidad es, tal y como explicó el sacerdote, la actitud que debemos tener en el Adviento: «No salva quedarse estáticos, volver a lo de antes, anhelar lo que nos parece que en otro tiempo funcionaba. La identidad precede de nuestra fortaleza en la unidad, reconocerse en el mismo esfuerzo, en la misma barca».
Además del esfuerzo humano en la unidad, las dificultades son superadas por el poder del Señor, que viene en medio de los obstáculos y nos dice: «No tengáis miedo». En este momento de la intervención, Juan Serna se refirió especialmente a las circunstancias actuales, con la pandemia como la dificultad que supera Cristo, que es quien está más allá del peligro: «El miedo viene cuando uno no es capaz de ver más allá del peligro. El miedo es centrar la mirada en lo que nos impide ver al Señor que viene, triunfante, caminando sobre las aguas».
Por último, subrayó que los discípulos querían «recogerle» en la barca, pero ya habían llegado a tierra, lo que nos llama la atención sobre las falsas imágenes que nos hacemos sobre Dios: «Queremos también dominar a Jesús, encerrarle en nuestras categorías, en nuestros ritos, en nuestros esquemas preconcebidos… Pero Jesús no cabe ahí. Me parece que hoy es más importante que nunca aprender a identificar nuestras imágenes de Dios, con el fin de denunciar nuestras falsas imágenes y decirnos más abiertamente que Jesús es mayor que lo que nosotros decimos de Él».
«Queremos también dominar a Jesús, encerrarle en nuestras categorías, en nuestros ritos, en nuestros esquemas preconcebidos…»
La intervención de Juan Serna en la Marcha de Adviento no se limitaba solo a la actividad, sino que pretendía que los jóvenes trabajaran los puntos presentados durante todo el Adviento. De este modo, el sacerdote les invitó a reflexionar en este «tiempo fuerte» sobre todo lo sugerido al hilo del evangelio: sobre cómo preparar la venida del Señor a cada uno, cómo comunicarla al entorno, cómo recibirla en la Iglesia y cómo hacer que la viva toda la sociedad: «La palabra de Dios hacia el mundo no es de condena, sino de salvación. Es verdad, hay cosas que Dios no quiere ni aprueba, pero su mirada siempre será de amor y misericordia, no de condena o de desprecio».
Después de la intervención del sacerdote, los jóvenes, algunos de ellos reunidos en sus parroquias, hicieron actividades que se les comunicaron en sus móviles, escuchando algunos audios que los ayudaron.
La vigilia
También en la vigilia de oración se reunieron algunos jóvenes por las parroquias, como en el caso de Santa Cruz de Mudela, que abrió el templo para poder seguir la vigilia proyectada sobre una pantalla.
[En este enlace puedes ver la Vigilia de oración]
Durante la oración se expresó cómo hay navidades distintas, en muchos casos dolorosas, pero siempre llenas de la presencia del Señor. Para ello, se proyectaron varios testimonios, desde Japón, desde Jerusalén, desde el centro Siloé de Cáritas y desde otros lugares en los que se viven estas fechas de manera «diferente».
Por último, se retransmitió en directo una exposición del Santísimo, con unos minutos de oración en silencio que cerraron la jornada.